Respetada señora ministra Clara López:
Hoy 1 de julio, se conmemora en varias partes del mundo el día de la toma de acciones respecto al mesotelioma, una patología que, junto a la asbestosis, se da cuando una persona se expone al asbesto. Este tipo de patologías registradas en la tabla de enfermedades laborales causadas por el asbesto --elaborada por su ministerio-- tiene un periodo de latencia grande. Lo anterior significa que tardan un tipo largo en manifestarse después de la exposición al asbesto, y también depende del nivel de exposición y del sistema inmune de cada persona. Por esta razón, no todas las personas tienen un cáncer como el de mi esposa. Hoy celebramos la conciencia de los gobernantes de más de 56 países donde se ha prohibido el asbesto y nos unimos a las acciones de millones de personas que gritan #AdiosMesoteliomas.
Le escribo lo anterior, señora ministra, para que escuche sus pasadas declaraciones en La W, las cuales entran en total contradicción con su antecesor Luis Eduardo Garzón, quien afirmo públicamente, con toda la razón en el congreso, que “el material es un problema de salud y que el Gobierno está dispuesto a prohibirlo”. Además resaltó que “el problema del asbesto no es una tema de salud ocupacional, sino un tema de salud pública”.
He luchado junto a mi amada esposa como su cuidador, su secretario y su enfermero, y vivo de cerca lo que ella vive. Le puedo decir con seguridad, señora ministra, que no es una gripita como lo quieren hacer ver los defensores del uso del asbesto, es un cáncer que no tiene cura hasta el momento y contra el cual nos encontramos luchando día a día. Yo no me indigno porque la industria se defienda, está en todo su derecho, lo que me indigna es que lo hagan usando premisas falsas como supuesto uso seguro del asbesto: negar que todas las formas y presentaciones de asbesto producen cáncer, no aplicación del principio de precaución, y la falta de evidencia científica, a pesar de ser universal, son algunos ejemplos. Este es, por lo demás, un tema también ético que va más allá del derecho y motivo de otra discusión.
Esta posición está orientada a sostenerse en su producción --a pesar de la salud de muchos ciudadanos-- para evitar invertir en la extensión de modelos y procesos productivos que ya saben hacer, con los cuales exportan a otros países donde no les permiten ingresar productos con asbesto.
El punto es, señora ministra, que los que hablan a sus oídos son los representantes de esas empresas. Por esta razón, me gustaría que nos atendiera en su despacho, que escuche las razones y las propuestas que tenemos como afectados. Nuestra intención no es en ningún momento causar daño a los trabajadores que en algún punto tienen contacto con el asbesto, tampoco atacamos a los representantes de estas industrias que, a nuestro parecer, intentan inducir miedo con la terminación del trabajo de muchas personas. Todo lo contrario: hay suficientes estudios científicos que indican que la prevención de mesotelioma y asbestosis se debe hacer prohibiendo el uso del asbesto en todas sus formas. Existen modelos económicos de transición que no afectan la economía, como en el caso de sustitución europeo, ejemplo que, además, nos muestra que la consecuencia de usar asbesto es peor a nivel macroeconómico.
Nosotros, hablo por mi esposa y los afectados que conozco, defendemos la vida y la salud de muchas otras personas que pueden estar expuestas al asbesto y vivir lo que hoy vivimos, aclarando eso sí, que a pesar de los dolores, del sufrimiento y la afectación que nos causó esta enfermedad, bendecimos la oportunidad de concientizar a la población, de unir más nuestro matrimonio, de vivir un hogar mucho más fuerte, tranquilo y puro, de mostrarle a otros que el amor es más fuerte que el cáncer.
Comedidamente le solicito que escuche a mi esposa. Hace varios meses pedimos una cita para entregar las firmas de más de 35 mil colombianos que apoyan la petición de mi esposa, cita que fue negada y trasladada al Ministerio de Salud por ser tema de salud pública, en donde muy atentamente el señor ministro Alejandro Gavira nos recibió y nos confirmó que el tema del asbesto claramente es un tema de salud pública. Ahora escuchamos sus palabras, donde está considerando en primera instancia que el tema se relaciona con salud ocupacional, su ministerio sanciono recientemente la mina las brizas por mal uso del asbesto, Señores del ministerio de trabajo: no existe un uso seguro del asbesto. ¿Sabe usted qué consecuencia presentarán las personas expuestas en 20 años?
La invitamos a escuchar otra postura diferente, a estudiar el tema más a fondo para buscar que el gobierno se ponga de acuerdo en un solo consenso. Tenga en cuenta que cualquier decisión y posición que tome el ministerio lo debe hacer escuchando también a las víctimas de este mineral, que por lo demás solo buscan que el gobierno tome parte de responsabilidad con la salud y la vida de trabajadores y de miles de colombianos que a diario se ven expuestos al asbesto.
@historiasazules