Señor
Presidente de Colombia
Iván Duque Márquez
Bogotá D.C.
Juan Carlos Espinel, domiciliado en Cúcuta, en atención al artículo 23 de la Constitución Política me dirijo a usted para:
1. Solicitar la manera viable y legal de nacionalizar los aproximadamente 45.000 vehículos, que con placas venezolanas circulan legalmente en territorios fronterizos de Arauca, Norte de Santander, Guajira y Vichada, los cuales han sido previamente internados acordes a la normatividad vigente, y pagan impuestos de rodamiento en igualdad de tarifas y condiciones con respecto a sus similares de placas colombianas.
2. Lo anterior porque desde agosto 15 de 2015 la frontera con Venezuela se encuentra en la práctica cerrada, y antes de esta fecha era costumbre por más de 100 años que los vehículos venezolanos circularan libremente en estos territorios y los de placas colombianas en la frontera de Venezuela.
3. Muchos ciudadanos que tenemos vehículo con placas venezolanas, adquiridos legalmente antes del cierre de frontera, empezamos recientemente a pagar impuestos en nuestros respectivos municipios, y con ese proceso de internación se nos permite viajar solo por los respectivos territorios de cada departamento fronterizo.
4. Se podría estar violando el derecho a la igualdad, ya que como usted sabe, al pagar impuestos y tener matriculado —por decirlo así— cada carro o motocicleta en el registro automotor del país, con vehículos adquiridos de buena fe al amparo de la ley y costumbres vigentes para cuando los adquirimos, al cambiar la situación fáctica y jurídica hoy debido a la ruptura de relaciones con Venezuela por parte de su gobierno, nos encontramos en un limbo jurídico que nos afecta en nuestros derechos ciudadanos y constitucionales.
5. Tenemos carros venezolanos que pagan impuestos como los carros colombianos, cumplen Soat y revisión tecnicomecánica y de gases obligatoria, pero para efectos diferentes a los tributarios y legales, como la libre movilización, no somos iguales en derechos que los ciudadanos que tienen carro con placas colombianas.
6. Ya en fechas anteriores, especialmente finales de la década de los ochentas y principio de la década de los noventas, con la voluntad política del gobierno nacional de entonces, se logró nacionalizar una buena parte del parque automotor con placas extranjeras que circulaban en el país entonces.
7. Esto trajo beneficios al fisco por el correspondiente pago de aranceles de importación.
8. Lo que propongo y le solicito respetuosamente, señor presidente, y para ello se requiere su colaboración y voluntad política, es que, si hoy está cerrada la frontera y no existen relaciones con Venezuela, no habría razón para que continúen circulando +45.000 vehículos con placas extranjeras en el país, cuando pagamos impuestos y estamos registrados y plenamente identificados en las bases de datos de los gobiernos nacional y locales de Colombia.
9. Nacionalizarlos mediante un trámite legal que puede ajustarse a la emergencia social y de salud que vivimos actualmente, quizás a través de un decreto presidencial, no solo sería una gran colaboración con los habitantes de frontera, sino una manera de recaudar dinero mediante el pago de un arancel de importación asequible y justo, que la mayoría estaríamos dispuestos a pagar con tal de tener plena libertad de movilidad por el país y de venta o enajenación, hoy limitada por la característica de placa extranjera.
10. Sería también una manera de sanear la existencia de un parque automotor que ni es fu ni es fa, terminando con un limbo jurídico hoy existente.
11. Estoy seguro de que la mayoría de cucuteños, y espero que los habitantes de otras ciudades y departamentos fronterizos, apoyaremos esta idea. Espero lo mismo de usted, señor presidente, en beneficio de miles de habitantes de la frontera más golpeada hoy por diversos factores que usted conoce bien.
12. Conozco que Colombia no acepta importación de vehículos usados, salvo clásicos, sé también de la dificultad legal ante la Dian por ello, sé que no hay relaciones con Venezuela, conozco también las dificultades logísticas para nacionalizarlos, pero, así como en el pasado mencionado, lo que realmente se requiere es voluntad de parte del gobierno que usted preside.
13. Lo demás se puede solucionar en pro de casi 50.000 poseedores de buena fe, que pasaríamos a ser propietarios con todas las obligaciones, deberes y derechos en igualdad con todos los demás. Al fin y al cabo, no somos culpables de nada diferente a ser poseedores de buena fe de vehículos adquiridos con reglas y costumbres previas a la crisis desatada por Venezuela hace 5 años.
YHWH Dios le bendiga.