A propósito del equívoco, sesgado y malicioso comentario que refirió el director de Blu Radio (Néstor Morales) en el análisis de la encuesta sobre las preferencias electorales para las próximas elecciones regionales del país.
El pasado domingo durante la emisión de Noticias Caracol de las horas de la noche se llevó a cabo el ya acostumbrado análisis que realiza ese medio, en alianza con la revista Semana y Blu Radio, y en asocio con la firma encuestadora Invamer, sobre los resultados de una encuesta precisamente contratada por esos medios para conocer las primeras preferencias electorales para las próximas elecciones regionales que se llevarán a cabo en el mes de octubre, donde como bien se sabe se elegirán las autoridades municipales y departamentales que gobernarán durante los próximos cuatro años.
Durante este análisis, liderado y presentado por el director de noticias Caracol (Juan Roberto Vargas) y en compañía del director de Blu radio (Néstor Morales), además de la editora política de la revista Semana (Lariza Pizano) y finalmente el director de la encuestadora Invamer (Martín Orozco) se realizó un diálogo sobre cada preferencia que tenían los ciudadanos en algunas capitales del país, entre esas las más importantes; Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla y Bucaramanga, evidenciando cuantitativa y porcentualmente datos que mostraban por ejemplo, que en la capital, el candidato que lidera de largo con un casi 46% en la intención de voto es Claudia López (Alianza verde), cuadriplicando a sus competidores que también aspiran a}}} liderar la ciudad, esta encuesta también arrojó que en Medellín, el candidato Alfredo Ramos (Centro Democrático) también lidera esta temprana carrera electoral, entre otros datos.
Fue precisamente en la medida que se analizaban los datos de la intención de voto en las ciudades de Bogotá y Medellín, cuando el ya reconocido periodista y director de Blu (Néstor Morales) de manera poco razonada, desmedida y con el toque de su respetable opinión y su ya casi acostumbrado sesgo y moralistas prejuicios, refiere y afirma en el momento donde Juan Roberto Vargas desea conocer el análisis del porqué del apoyo tan abrumador al uribismo (Centro Democrático) en la ciudad de Medellín, a lo que Morales contesta: "A nosotros en Bogotá nos gusta tirar piedra y a ellos (ciudadanos de Medellín) les gusta defender el edificio”.
Para mi humildemente tal afirmación no solo deja ver, sino que se nota a kilómetros, el ya muy bien conocido sesgo de este director de medios, que si documentamos sus intervenciones y sus “análisis” sobre todo a nivel político, se evidencia claramente su respetable, pero cuestionada opinión sobre los temas políticos, esos que de seguro son poco progresistas, más bien con tintes untados de esa palabra que tanto le gusta utilizar; “establecimiento” ese que aborrece las protestas, las marchas, las huelgas, los sindicatos y por ende a todo lo que huela a izquierda, y a vías de hecho, que en mi opinión son necesarias, y que la misma historia lo comprueba, y que más allá de echar piedra como dice Morales, también son ciudadanos, esos que quieren un cambio, una transformación a eso podrido que huele mal, y que precisamente el señor Morales posiblemente, a pesar de que lo aparenta, lo defiende muy bien. Es por ello que tal afirmación no la veo como una simple imprudencia, sino más bien la veo cargada de mucho intención, de mucha historia familiar, de mucho sesgo, de muchos equívocos prejuicios, y sobre todo de aquello que el innombrable nos enseñó; el señalamiento y el odio. Señor Morales, su dañina afirmación seguirá creando esa polarización que tanto usted y su equipo critica, seguirá avivando y dándole gasolina a aquellos colombianos que relacionan equivocadamente y también gracias a ustedes que la protesta es igual a delincuencia.
Si los franceses en el mayo de 1968 hubiesen pensado en no tirar piedra, y respetar el edificio, como piensa usted, de seguro hoy seguirían pensando que la dictadura es el mejor sistema, que la desigualdad es un bien necesario y que no todos deberían tener los mismos derechos.
Posdata: No justifico la violencia, justifico el derecho a que seamos escuchados, ya que en Colombia nunca lo hacen, tal vez una simple piedra logre hacer lo que no ha podido la clase política, cambiar para bien el país. Qué viva el mayo francés.
