Excelentísimo presidente Uribe,
de ante mano deseo expresarle mis más sinceros agradecimientos por haber sido el mejor presidente de la historia de Colombia. Durante su gobierno volvimos los colombianos andar tranquilamente por montañas y valles que antes estaban plagadas de esos asesinos y bandoleros guerrilleros. Durante esos 8 años maravillosos, la economía del país creció, aunque sus contradictores digan que eso era una tendencia mundial. Se acabaron los paramilitares, con un proceso de desmovilización que se convirtió en estándar internacional por su transparencia, justicia y lo más importante; sin impunidad.
Durante su mandato, también el sector industrial tuvo muchos incentivos premiando con grandes beneficios tributarios a la clase más adinerada del país, reconociendo que ellos se lo merecen porque son los que colocan la plata y generan los empleos. Por eso mismo en su sapiencia, les liviano las cargas laborales, disminuyendo los horarios de las horas-extras de los trabajadores, haciéndoles ahorrar millones de pesos, que antes erran pagados a esas masas ingentes de obreros ignorantes.
Querido presidente, sé que todos se han vuelto contra usted, todos lo persiguen inventándose cualquier cantidad de calumnias para enlodar su magnificencia. Ese señor Robledo, el Cepeda, la López, todos esos que comparten ahora con usted, el sacrosanto recinto del Congreso, se atreven a vituperarlo con esas blasfemas bocas, diciendo que usted ayudó a formar grupos paramilitares, que usted utilizaba aviones y helicópteros de narcotraficantes, que su amado hermano es miembro de los “Doce Apóstoles”, que tiene fotos departiendo con Pablo Escobar y otros narcos – sin tener en cuenta que usted es un gran caudillo político y debe, por obligación, tomarse muchas fotos con todo el mundo – Y esa López, que se me le atrevió a decirle “rata de alcantarilla”, en el infierno la veré ardiendo.
Dignísimo presidente, cuyo sufrimiento no se le iguala a ningún prócer, porque hasta con sus adorables hijitos se le han metido. La misma DIAN inventándose disque evadían impuestos, disque se robaron miles de millones en IVA, que compraron zonas francas ilícitamente, viendo que esos muchachos son unos emprenderos artesanos ni los berracos. Y para colmo de males, le han metido a la cárcel a todos sus amigos y compañeros de lucha: Andrés Felipe Arias, Luis Carlos Restrepo, Sabas Pretelt, Diego Palacio, Alberto Velásquez, Bernardo Moreno, María del Pilar Hurtado, Jorge Noguera, Mauricio Santoyo, César Mauricio Velásquez, Luis Alfonso Hoyos y Luis Alfredo Ramos. Y en la mira están José Obdulio Gaviria, Edmundo del Castillo, David Zuluaga. Que persecución política tan injusta.
Y ahora, este gobierno que esta confabulado con los narcoterroristas-castrochavista de las FARC, persiguen a toda su bancada, a todo ese excelentísimo grupo, compuesto por seres intelectuales y grandes académicos como la gran filosofa Paloma, que fue la precursora del gran proyecto para dividir el Cauca, para que los indios vivan separados de la civilización. O la gran prócer María Fernanda Cabal que hace poco, valientemente denuncio la corrupción de eso vendidos de las fuerzas militares, las primas de silencio y re-conceptualizo el principio fundamental de las fuerzas armadas el cual es : “son un arma letal, hecha para matar”.
Y ahora, la quieren coger, contra ese pro-hombre del exprocurador Ordoñez. Serafín de la moral y la justicia, cuyos castos oídos solo pueden escuchar las misas en latín. Este ser divino, solo superado por su mesiánica existencia, valientemente ha luchado en pro de las familias y en contra de esos gays degenerados que quieren adoptar hijos, quien sabe con qué intensiones.
Honorablísimo presidente Uribe en medio de esta hecatombe, le pido encarecidamente que salve este país, ¡salve usted la patria!