Señor Duque: no mienta y no trate de engañar a la gente. Las tropas norteamericanas sí necesitan de autorización del Congreso de los EEUU y del Congreso Colombiano para estacionarse o transitar por Colombia. Y esos militares norteamericanos no tienen esos permisos institucionales, menos aun para transitar o estacionarse en regiones de frontera.
Lo que los colombianos nos preguntamos es qué si esos militares norteamericanos son tan expertos en la lucha contra el narcotráfico ¿por qué no hacen algo para controlar ese tráfico y comercio ilícito en su propio territorio, que es justamente en donde se encuentra el principal mercado para distribución de drogas ilícitas en el mundo?
Y en cuanto a Cuba, es cierto que allí están unos pocos miembros del ELN. Pero se encuentran protegidos por un convenio entre Cuba y Colombia y con el aval y reconocimiento de la comunidad internacional. De bulto está también claro el hecho de que ninguno de ellos participó en el reprochable atentado a la Escuela de Cadetes de Policía 'General Santander', así incluso posteriormente ellos, desde Cuba, hayan justificado esa torpe y criminal acción como una “acción de guerra”. De una guerra que usted, junto con el señor Ceballos, les había declarado en repetidas oportunidades antes de ese atentado.
De otra parte, Sr, Duque, éste es un problema en el cual no deben inmiscuirse los Estados Unidos, como usted lo asegura que sí lo hagan. Pero unos militares norteamericanos en nuestras fronteras, un ejército complaciente con Los Rastrojos y otros grupos ilegales (Paramilitares) en las frontera con Venezuela, y un presidente en Estados Unidos ordenando al gobierno de Colombia cómo debe actuar y cómo debe votar en las asambleas y foros internacionales, eso sí es un gran problema para Cuba, para Colombia, para Venezuela y para toda latinoamerica ¿No le parece?
Por favor, sr. Duque: ¡No mienta, no engañe, coja juicio! La guerra no es un juego. Es toda una nación, la nuestra, la única que puede salir lastimada por su terquedad e interés malévolo en “volver trizas” un Acuerdo de Paz con Justicia Social pactado y firmado por el Estado Colombiano con la guerrilla FARC y de cuya renegociación su partido, el CD y su jefe, hicieron parte.