Señor Alcalde:
Cuando la gran mayoría de gobernadores y alcaldes de capitales de todo el país, anunciaban su voto a favor o en contra de los acuerdos de La Habana, usted declaró que esperaba leer la totalidad del texto para pronunciarse. Le preguntamos respetuosamente, señor Alcalde: ¿Ya tuvo oportunidad de hacer esa lectura?
Queremos decirle, doctor Gutiérrez, que esta ciudad es entre todas las capitales, la más victimizada por el conflicto armado que está llegando a su fin, que es de las que más desplazados alberga y, una de las más beneficiadas si esta guerra la enterramos entre todos.
Si dejan de llegar oleadas de desplazados a las periferias de Medellín, podríamos empezar a resolver muchos problemas que usted como candidato dijo sentir, y a los cuales se refiere todos los días: la inseguridad, la informalidad, la indigencia ambulante y otros caos que se derivan de la insatisfacción de necesidades básicas insatisfechas, principalmente de esa población expulsada de sus lugares de origen.
La gran mayoría de los colombianos, también en las grandes ciudades, queremos la paz porque sin ella, carecemos de futuro. El gobernante que ofrece soluciones a los problemas sociales pero no se empeña en lograr la paz, miente.
Alcalde: Desde el punto de vista territorial, el conflicto armado ha sido fundamentalmente rural, pero usted sabe que tanto armamento, tanta tropa y tanta tecnología de punta, sale de los bolsillos nuestros, de todos los ciudadanos de todo el país y de todos los estratos. Todos sufrimos los perjuicios de esta guerra y a todos nos duele esta tragedia que algunos consideran “ajena”.
En esta hora de definiciones éticas y políticas profundas, preocupa que usted siga mirando para otro lado. La Corte Constitucional prohibió que los mandatarios empleen recursos públicos en las campañas para el plebiscito, lo único que les estamos pidiendo entonces, en su SÍ a los acuerdos, un SÍ a la paz. ¿Ni siquiera eso, alcalde?
Cuando usted era candidato a la alcaldía, encabezaba una multitud de jóvenes que semejaba una manifestación estudiantil. El voto por usted fue joven y de opinión. Le pregunto si esos votantes de corta edad eran indolentes, abstencionistas, ajenos a la política y a la tragedia cotidiana de los demás colombianos. Si su respuesta es afirmativa, olvide esta diatriba y ofrezco mis disculpas. De lo contrario, reciba mi invitación a ponerse de lado de quienes lo eligieron y creyeron en usted como su representante.
El 2 de octubre, los ciudadanos diremos SÍ abrumadoramente a los acuerdos de La Habana y a la paz. Pero en adelante vamos a necesitar mandatarios comprometidos con sus comunidades, que entiendan los nuevos tiempos promoviendo la participación ciudadana y dando la cara a los grandes problemas que determinan la vida pública en sus regiones y sus ciudades.
Alcalde Gutiérrez: Deje de mirar para otro lado. Recuerde que en el plebiscito no existe el voto en blanco. Diga SÍ o diga NO a la paz. ¡Medellín espera su liderazgo!
@CampoEGalindo
