Como ya se conoció, Jorge Robledo, el adjudicado mejor senador del país por analistas y líderes de opinión, es precandidato presidencial, igual que su similar y, a la par, mejor senadora del país, Claudia López. Ambos, posiblemente, tendrán fuertes contrincantes políticos que vencer. El líder del Moir, a su acérrima crítica de partido y hoy ministra, Clara López; y la congresista Verde, al exgobernador de Antioquia, Sergio Fajardo. Los dos forjadores políticos del binomio de mejores legisladores, son –según el mundo político- también caciques con ínfulas presidenciales.
Ahora bien, eso no es lo preocupante, pues en el fondo sé que la izquierda, por su egocentrismo, igual al de la derecha, no ganará, dado a las individualizadas batallas que emprenden ante la oligarquía absolutista de una nación neoliberal como la nuestra. A contrario sensu, los de la otra orilla, los de la derecha, sí se unen, y entre ellos mismos, se reparten el botín. Es lo más lógico.
Los irreverentes democráticos no conocen de amalgamas, ya que uno cree ser mejor que otro; no hay resurgimientos de personas capaces, por ejemplo, de reemplazar a líderes si no son, como dicen los clichudos de izquierda: harina del mismo costal. Astutamente sí piensan los tradicionalistas: dejan jóvenes que puedan propender su legado. Para ser más entendible este embrollo: Robledo morirá políticamente sin dejar heredero conocido en la esfera nacional, su candidato al Senado será Aurelio Suárez; un buen analista que se beneficiará de sus votos, los de Bogotá, claro está; Claudia López, posiblemente, apoye a su pareja, la representante Angélica Lozano, esta vez no a la Cámara, sino al Senado. Uribe, en cambio, como querrá seguir en su carrera marchita de mesías, no busca senador que lo reemplace, sino fantoche a la Presidencia ¿Ven la astucia?
Me atrevo a vaticinar que la izquierda no ganará por una premisa que Aristóteles suscitó en su libro La Política: “Si algunos, así sean pocos, quieren ponerse de acuerdo, las elecciones siempre serán según su voluntad”. Es notable: quien le dará la pelea al uribismo es Vargas Lleras en segunda vuelta, donde sumará votos de revolucionarios indignados (como ocurrió con Santos II vs. Zuluaga). No así ocurrirá con la izquierda, quien dará pie al abismo donde yacerá.
¿Díganme que otro líder de izquierda tiene las espuelas para vencer a los gallos azules de derecha? ¡No hay! Los cincuentones y sexagenarios políticos de izquierda se preocuparon por el poder y no por buscar pupilos que lograran lo que ellos no pudieron. Y en eso quedaron.
Con pelea perdida, la izquierda política en Colombia no hará pie en una piscina donde no sabe nadar. Se marcharán los 2 sobresalientes senadores y la idea de un mejor país se desvanecerá. ¡Quién lo creyera!
Por @camuntor
