Partimos de Leticia hacia Nazareth, junto con un equipo integrado por personas del Instituto Amazónico de Investigación –SINCHI- y del internado María Auxiliadora, en el que están implementando una estrategia de transferencia de conocimiento sobre piscicultura a jóvenes y docentes.
Entrada al internado María Auxiliadora de Nazareth - Fotografía: Camilo Rozo
El propósito del proyecto es brindar alternativas, tanto de ocupación como alimenticias, que respondan al crecimiento poblacional de la región. El internado de Nazareth es el centro piloto por varios motivos: el primero, porque el tiempo que pasan allí sus cerca de 300 jóvenes estudiantes, permite que éstos incorporen la rutina de alimentación y cuidado de los peces, tan diferente de las lógicas de caza y recolección tradicionales de sus comunidades.
El profesor Elías cuenta cómo trabajan con los estudiantes para impactar las comunidades:
Las profes pastusas
Nataly y Ana - Fotografía: Camilo Rozo
Dentro del equipo del SINCHI están dos jóvenes, como ellas mismas se describen “recién desempacadas” de sus estudios en Ingeniería en Producción Acuícola en la Universidad de Nariño. Nataly Sarasty y Ana Huacas trabajan en el proyecto en otras zonas. Responden al unísono, se nota que son muy amigas: “Ha sido una gran experiencia, porque no es lo mismo trabajar en una estación acuícola donde se hace manejo y control. Aquí hay que hacerlo todo, interactuar con las comunidades, ser profesoras, ser técnicas, ser ingenieras, hasta cavar los estanques a pala donde no entra la retroexcavadora.”
Les gustaría quedarse en estas tierras, porque como bien dicen: “para la siembra de peces está todo dado, el recurso hídrico, las especies nativas. Lo importante es que la gente crea en que esto es posible.” Y ellas dedican su tiempo a que así sea.
