Recientemente Enrique Peñalosa autoproclamó por medio de un decreto a la ciudad de Bogotá como: “la capital mundial de la bicicleta”. No tardaron en lloverle críticas de los diferentes sectores de la ciudadanía.
Los primeros y más enérgicos detractores del decreto fueron precisamente los mismos miembros de la comunidad ciclista de Bogotá (biciusiarios, ciclistas profesionales, colectivos urbanos y activistas de la bici), que no pararon de hacer críticas, burlas y cuestionamientos en las redes sociales ante lo que consideran un nuevo desatino y fracaso de la administración distrital del alcalde. Y no es para menos, la alcaldía se apropió de un proyecto que había nacido desde la ciudadanía: sin fondos, sin presupuesto y sin logos del distrito.
Además, para los biciactivistas es claro que desde que Peñalosa se apropió de la #SemanaBiciBogotá —una semana en la que todos los bicicolectivos de Bogotá trabajaban alrededor del activismo ciudadano, permitiendo que los capitalinos se acercaran y se empoderaran en el uso de la bicicleta— se destrozó el tejido social de la comunidad bici que llevaba tantos años evitando la intromisión del distrito.
El motivo que produjo la ruptura fue la poca aceptación de la política de Peñalosa en materia bici como la construcción de TransMilenio por la Séptima, la poca implementación de pedagogías y socialización de la ley probici 1811, la tala indiscriminada de árboles en toda la ciudad, la compra de buses Volvo con motores Diésel Euro V (contaminantes y prohibidos en Europa), la planificación para destruir la reserva Van der Hammen y el bosque Bavaria (principales pulmones y filtros de aire de la ciudad), el poco control en la emisión de gases contaminantes por el parque automotor (especialmente en la flota de TransMilenio y demás buses del SIPT), el total desinterés y nula preocupación del distrito por generar políticas para mantener el aire limpio y puro, y la poca investigación y seguimiento ante el constante asesinato y robo de ciclistas en la ciudad de Bogotá).
En consecuencia, la gran mayoría de biciactivistas considera la intromisión de la alcaldía en la semana de la bici como un aplastante fracaso y retroceso en el activismo bici de la ciudad, pues antes se contaba con la presencia de bicicolectivos de todas las localidades con una perspectiva inclusiva que contemplaba amplias miradas y ahora todo se convirtió en una división jamás antes vista.
De hecho, bicicolectivos de todas las localidades manifestaron frustración, prevención y antipatía por la jugada de la alcaldía, pues el distrito fue incapaz de articular a la ciudadanía y muy pocos colectivos le copiaron a la propuesta de la semana de la bici promovida por Peñalosa. Por tal razón, la “Bogotá mejor para todos” de Peñalosa decidió crear su propia semana de la bici al margen de los procesos que ya llevaban años gestándose en la ciudad.
Ante la indiferencia de la gran mayoría de los colectivos de bicicleta de la ciudad la alcaldía empezó a reclutar a antiguos activistas de la comunidad bici para convertirlos en funcionarios del distrito. Lo anterior, con el objetivo de invisibilizar la ruptura en la mesa de la bicicleta y de esta manera cumplir con los objetivos inflados de la política bici impuesta por el alcalde Peñalosa.
Cabe decir que a los pocos colectivos que hicieron parte de la semana de la bici se les dio vitrina y publicidad, mientras que se invisibilizó, marginó y desconoció el trabajo de los colectivos que no quisieron hacer parte de las políticas del distrito.
Por ejemplo, líderes del bicicolectivo universitario “UniverCicla Bogotá” manifiestaron: “Lo que antes era un trabajo del que buscábamos obtener un inmenso valor social, ahora fue cambiado por un trabajo del que se busca obtener un valor y un fin mercantilizado (con su respectivo tráfico de influencias, lobby y marrullerías de la política local). Lo que antes nos acercaba a la gente, ahora nos separa... nadie quiere portar el logo de una alcaldía desprestigiada que solo nos ignora y nos utiliza con fines políticos... Estamos seguros que nadie va a trabajarle gratis al distrito para que el alcalde saque pecho por nuestro trabajo ¿o sí?".
A lo que agregaron: "pensamos que lo único que busca la administración distrital es quebrarnos y rompernos como comunidad ciclista, irrespetando y desconociendo el trabajo de la comunidad bici en la ciudad. Lo que antes era un trabajo coordinado desde todas las localidades, con la gente en la calle, sin individualismos, con humildad y sin buscar protagonismo, ahora fue reemplazado por funcionarios del distrito que ganan popularidad en foros y escenarios de la bicicleta en horarios y lugares poco accesibles a los verdaderos biciusuarios, buscando legitimar procesos de espalda a la ciudadanía, desconociendo la pluralidad, las diferentes miradas del movimiento bici de la ciudad y de forma increíble deslegitimando e invisibilizando los procesos que la ciudadanía venía desarrollando desde hace años".
Cerraron diciendo: "como biciactivistas manifestamos frustración porque nos arrebataron nuestra semana y todos los logros de un movimiento legítimamente ciudadano... Y nos impusieron una semana de la bici burocratizada, politizada, que atizó odios y nos destruyó como comunidad. De cara a la finalización de una semana de la bici fracasada, con una alcaldía que le quedó grande articular a la ciudadanía, llena de luto, accidentes, asesinatos, división y antipatías... Solo deseo que en el futuro nos permitan seguir realizando la semana de la bici por nuestros propios medios, con toda la comunidad bici, que nos permitan desarrollar y recuperar nuestros proyectos, nuestra comunidad y el tejido social de nuestra familia bici... sin intervenciones del distrito, que solo busca mostrar resultados políticos e ignora nuestras necesidades de movilidad, anteponiendo el valor económico y político al valor social que ya ha demostrado ingentes resultados en las comunidades bici de la ciudad”.
Por esta razón han empezado a aparecer grupos y disidencias ciclistas como la “Liga de Ciclistas Urbanos” (LCU), conformada por todo el bloque occidente (FontiRueda, BiKennedy, BiclAranda, SubaCletta, Vive las Ruedas), todo el bloque sur (Biela Tunal, Bosate La Bici, RidersBosa, Montaña Sureña, Bicicletos Xua), la alianza de colectivos universitarios (UniverCicla Bogotá, La Locomotora Tour (Universidad Pedagógica), GranColomBikers) y las grandes y tradicionales comunidades ciclistas (A toda Cleta, ChapiBici, BiciUtopia, BiciEscuela entre muchas otras), que en este momento se encuentran preparando una gigantesca movilización nacional de ciclistas, convocando el jueves 4 de octubre de 2018 a las 5:30 p.m. en el monumento de los Héroes y a las 6:30 en el Estadio El Campín en la ciudad de Bogotá, al igual que en otras ciudades a lo largo y ancho del país.
Invitamos a todos los colombianos a manifestarse en pro del ciclista anónimo, a favor de la vida del ciclista y el respeto en la vía.
