En el marco de estas jornadas futboleras que probablemente llevarán a la selección nacional al próximo Mundial en Catar 2022, quizá sea importante tener una visión global de la trayectoria colombiana en los mundiales de fútbol, pues algunos creen que el fútbol de este país nació recién hace 10 años. Y tal vez es urgente que, además de vivir este deporte como la pasión que es, podamos meterle algo de concepto y datos. Los países maduros futbolísticamente hacen lo uno y lo otro.
Los mundiales —organizados por la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA)— se juegan cada 4 años. Está constituido por dos fases. Una clasificatoria de determinado número de naciones con base en cupos asignados a las confederaciones: Europa [UEFA] (13), África [AFC] (5), Asia [AFC] (4.5), Sudamérica [Conmebol] (4.5), América del Norte y el Caribe [Concacaf] (3.5), Oceanía [OFC] (0.5) y organizador (1). La segunda fase es el mundial propiamente dicho, la llamada Copa Mundo, en la cual participan los equipos clasificados, que para Catar 2022 serán 32 selecciones.
El primer mundial se realizó en 1930 (en Uruguay, que además salió campeón). La más reciente fue en Rusia (en 2018). El vigente campeón es Francia. Aunque correspondía por fechas no se hizo en 1942 y en 1946 por la Segunda Guerra Mundial. Desde entonces, solo 8 países han sido campeones, repartiéndose los 21 títulos así: Brasil 5, Alemania e Italia 4 cada uno, Argentina, Francia y Uruguay con 2, España e Inglaterra con 1.
De los 21 mundiales de fútbol realizados desde 1930, Colombia no participó en las primeras 5 ediciones, pues su fútbol de entonces (comparado con la tradición del cono sur) estaba en ciernes y, aunque ya se practicaba de manera aficionada, solo hasta 1948 se inició la liga profesional, enriqueciéndose a inicios de los 50 con la inmigración de los muchos argentinos, paraguayos y peruanos que integraron a los equipos colombianos, en los que se llamó la época de “El Dorado”.
En las 16 participaciones clasificatorias para la Copa Mundo, Colombia fue eliminada en 10 y clasificó en 6. Entre los 4 técnicos que han logrado estas 6 clasificaciones se encuentran los colombianos Francisco Maturana en 2 ocasiones (Italia/90, Estados Unidos/94) y Hernán Darío “Bolillo” Gómez 1 (Francia/98), además de los argentinos Adolfo Pedernera 1 (Chile/62) y José Néstor Pékerman, 2 veces (Brasil/2014, Rusia/2018).
Entre la primera clasificación a la Copa Mundo de Chile/62 y la segunda a Italia/90, transcurrieron casi 3 décadas, con las 6 eliminaciones consecutivas y muchos altibajos en la búsqueda de un estilo y modo de juego acorde con la condición cultural, regional, técnica y futbolística de los jugadores colombianos.
No obstante, pueden destacarse dos tradiciones pendulares: una de carácter estratégica, técnica y ofensiva, que se mostró inicialmente en la clasificación y participación de la Selección Colombia en la Copa Mundo Chile/62, bajo la dirección de Adolfo Pedernera. Aunque el equipo no avanzó de la primera ronda, el empate 4-4 con Rusia se convirtió en un “mítico” trofeo por su desarrollo y resultado.
Al minuto 68 del segundo tiempo Colombia perdía 4-1 y el gol olímpico que le hizo el barranquillero Marcos Coll al mejor arquero del mundo de entonces, a la “araña negra”, Lev Yeshin, fue el maná que le permitió al equipo igualar el partido a 4, marcador que se constituyó en eco duradero que retumbó hasta Italia/90, cuando al final del partido Freddy Rincón convirtió la asistencia del “Pibe” Valderrama en un pincelazo que trazó la trayectoria del balón entre las piernas del portero y se plasmó en 1-1 contra Alemania, al final campeón de la Copa.
En el interregno de este período, Efraín “Caimán” Sánchez, arquero de Colombia en la gesta de Chile/62, ejerció como técnico de varios conjuntos profesionales del país y fue nombrado técnico de la selección Colombia que participó en la Copa América de 1975, en la que se cambió el formato de grupos por el de todos contra todos y llegó a la final contra Perú, que perdió 1-0 en tercer juego, una de las potencias del fútbol sudamericano de ese momento.
La otra tendencia, centrada en la táctica y el juego defensivo a ultranza, está representada en el estilo de juego del médico y también exarquero Gabriel Ochoa Uribe, exitoso en equipos del rentado pero tacaño y rocoso en el ámbito de selección, con muchas goleadas y eliminaciones en torneos internacionales, estilo que se hizo visible, a manera de ejemplo, en otras situaciones, como en la conducción de la Selección por parte de Carlos Salvador Bilardo, que tuvo como efecto la eliminación para la Copa Mundo de España/82, evidente también en las goleadas a Colombia en la Copa América dirigida por otros técnicos y en la dolorosa eliminación para México/86 bajo la dirección de Ochoa Uribe, además del golpe acarreado por el presidente de entonces Belisario Betancur al renunciar a la realización de dicho mundial. De algún modo, este estilo minimizó el espíritu y el fútbol de selecciones.
La entrada en escena del odontólogo Francisco Maturana tiene como contexto la búsqueda de ese estilo de fútbol en empatía con la cultura, el espíritu y el modo de ser del jugador colombiano, que él mismo había experimentado como futbolista profesional. Bebió de la tradición del fútbol total empoderada por Rinus Michels en el Ajax de Amsterdam y su magistral ejecución representada por Johan Cruyff, alimentada en cierto estilo de juego inglés y en la Hungría de los 50s, que se materializó para el mundo en la “naranja mecánica”, como se denominó a la selección de Holanda.
Por supuesto, con la adopción criolla de la semirrotación de posiciones, triangulación y tenencia de la pelota, Maturana convirtió el campo de juego en escenario para que sus jugadores hicieran su fiesta. La selección Colombia de Maturana se constituyó también en un hito en el fútbol mundial en los 90, que llegó a ser candidatizada incluso por el rey “Pelé” como campeona de la Copa Mundo de Estados Unidos/94, pero que quizá por razones extrafutbolísticas (que ya todos conocemos) no pasó de la primera ronda. Además del primer título de campeón de la Copa Libertadores de América alcanzado con el Atlético Nacional, Maturana avanzó un paso más que Efraín “Caimán” Sánchez al conquistar por primera vez para el título de campeón de la Copa América, alcanzada en la localía de 2001.
Después de las 3 asistencias sucesivas alcanzadas por Francisco “Pacho” Maturana y Hernán “Bolillo” Gómez hubo que esperar 16 años para que por 2 veces consecutivas Colombia con su Selección asistiera nuevamente a la Copa Mundo de Brasil y Rusia. Para los casos de Uruguay, Brasil y Argentina, sus actores participan en las competencias de la primera fase de los mundiales no para clasificar a la Copa Mundo, sino para ganarla. Y lo han logrado, Uruguay y Argentina 2 veces cada una y Brasil en 5 ocasiones. Colombia, a diferencia de estos, no ha construido aún una tradición en la cual hunda sus aspiraciones de grandeza y de triunfos, no hilvanan su pasado para potenciar su presente; por el contrario, no tiene que esforzarse para sacar a flote sus temores de “cenicienta” y normalmente se participa en estas lides como eternos principiantes, con la aspiración de asistir a la Copa Mundo para hacer una “buena participación”, no para ganar el campeonato, anhelo que no siente merecer, que eso les queda grande, que es para otros…
Adolfo Pedernera, Efraín “Caimán” Sánchez, Francisco Maturana, Hernán Darío Gómez y José Néstor Pékerman tienen que permitirnos tejer una madura tradición futbolística que nos faculte asumir estas participaciones con autoridad y temperamento. Reinaldo Rueda tendría que incorporar su nombre a esta tradición, no solo para alcanzar la asistencia a la Copa Mundo, sino para ganarla, al igual que sus principales actores: sus jugadores. Y los periodistas y fanáticos o simpatizantes del fútbol y de la selección necesitamos vivenciar el fútbol —no sólo con los intestinos y las emociones— sino también con las cabezas, es decir, que además de las gástricas opiniones, pudiésemos filtrar con conceptos en los intríngulis del fútbol. Porque este bello deporte es un “objeto impensado”, telarañas de emociones que se hace necesario desentrañar.
Sede | Campeón | Participación y técnicos de Selección Colombia | Sede | Campeón | Participación y técnicos de Selección Colombia |
Uruguay 1930 | Uruguay | No participó | España 1982 | Italia | No clasificó, Carlos S. Bilardo, argentino |
Italia
1934 |
Italia | No participó | México 1986 | Argentina | No clasificó, Gabriel Ochoa Uribe, Colombia |
Francia 1938 | Italia | No participó | Italia
1990 |
Alemania | Clasificó, Francisco Maturana, Colombia |
1942-1946 | No realizados | USA 1994 | Brasil | Clasificó, Francisco Maturana | |
Brasil
1950 |
Uruguay | No participó | Francia 1998 | Francia | Clasificó, Hernán D. Gómez, Colombia |
Suiza 1954 | Alemania | No participó | Japón Corea/02 | Brasil | No clasificó, F. Maturana – Reinaldo Rueda |
Suecia 1958 | Brasil | No clasificó, Rodolfo Orlandini, argentino | Alemania 2006 | Italia | No clasificó, Reinaldo Rueda – Jorge L. Pinto |
Chile
1962 |
Brasil | Clasificó, Adolfo Pedernera, argentino | Sudáfrica 2010 | España | No clasificó, Eduardo Lara – Hernán D Gómez |
Inglaterra1966 | Inglaterra | No clasificó, César López Fretes, paraguayo | Brasil 2014 | Alemania | Clasificó, J Néstor Pekerman, argentino |
México 1970 | Brasil | No clasificó, César López Fretes | Rusia 2018 | Francia | Clasificó, J. Néstor Pekerman |
Alemania 1974 | Alemania | No clasificó, Todor Vaselinovic, de Serbia | Catar 2022 | (¿?) Carlos Queiróz, Portugal, Reinaldo Rueda | |
Argentina1978 | Argentina | No clasificó, Blagoje Vidinic, de Macedonia |