Si bien es cierto que la presente pandemia nos cogió desprevenidos, perdidos y confundidos, también es importante recalcar que no todo es malo y que así como sentimos impotencia de no poder hacer nada (aparte de quedarnos en nuestras casas) para que esta crisis pase lo más rápidamente posible, es importante resaltar los puntos a favor de este fenómeno social.
1. La contaminación, más que obvio. Era más que justo darle un respiro al planeta. De hecho, hoy por hoy vemos titulares de prensa llenos de fotos en donde los animales “reaparecen”, verbo que está muy mal utilizado, porque simplemente es la naturaleza que vuelve a su hábitat por el despojo del ser humano; entonces no es reaparecer, no estaban perdidos, estaban exiliados.
2. La solidaridad a nivel global. Este es un grato recuerdo de que el hombre cuando quiere es noble. Esto también lo vemos muchísimo, miles de productos de primera necesidad enviados a las personas menos favorecidas.
Quien diría que de algo tan grave salen puntos positivos, las personas que pueden, donen, no importa la cantidad, sino la intención. Como dice el dicho, estos actos bondadosos aún nos dejan algo de fe en la humanidad.
3. Creatividad. Este factor es la cura para no enloquecernos en nuestras viviendas. Al que no se le haya ocurrido una buena idea en lo que lleva de este encierro, es porque no tiene nada en la cabeza. Incluso, los memes que salen a diario son terapéuticos para todos, al igual que los chistes (como cuando alguien graba a sus padres o abuelos haciendo o diciendo algo gracioso). Eso sin olvidar el ingenio de los que se ponen a construir cualquier cosa con sus propias manos, los que se decidieron a hacer eso que tanto habían pensado, los que escuchando música se les dio por inventarse una canción, los que descargan aplicaciones con las que comparten sus charadas con todo el mundo.
Es simplemente asombroso darnos cuenta de todo el tiempo que tenemos disponible en medio de este confinamiento. Si estás aburrido es porque así lo has querido. Recuerda, todo es mental, ejercita tu mente y la pasarás genial.
4. Tiempo de calidad en familia, muy terapéutico al igual que la creatividad. Como muchos, o más bien como a todos, en la actualidad no nos quedaba tiempo para nuestros seres queridos, pero hoy gracias a la cuarentena tenemos a las personas más importantes de nuestras vidas cerca. Quizá, para algunos sea normal, sea de lo más común, pero también es cierto que nadie es eterno en el mundo y que este espacio que estamos viviendo es importante para cruzar palabras con quienes amamos (sobre todo porque casi nunca sacamos tiempo para decirles lo que sentimos). La familia es y será un pilar fundamental para la estabilidad emocional, y no es solo un tema de cliché.
5. Migrantes ilegales. Entiendo que este tema es delicado porque será muy cuestionado, pero gracias a la pandemia miles de personas ilegales han regresado a sus países de origen. Si bien es cierto que antes del confinamiento, mucha gente afirmaba sentir fastidio y desconfianza por la presencia de los extranjeros (en las noticias locales e internacionales permanentemente salían noticias de que personas indocumentadas estaban cometiendo delitos y ejerciendo la prostitución), tal vez sea esta la oportunidad para que eso cambie. Además, es grato recalcar que no es placer para nadie decir que ellos están sufriendo una crisis aún peor, porque no tienen dónde ir, pero también es cierto que aquí a todos se les brindó así sea alimento.
6. El último y para mí el más importante, el trabajo remoto, el abrazo a la tecnología, gracias al COVID-19. Hoy en día, personas de todas las edades entran y salen perfectamente de conferencias en línea, dan clases masivas por medio de sus computadores, dictan órdenes a proceder dentro de una empresa, se comunican entre sí de manera fluida práctica y sobre todo, remota. La tecnología ya estaba entre nosotros, pero hoy en día nos damos cuenta de que es más importante de lo que nunca había sido. Claramente podemos afirmar que es el futuro y, por consiguiente, que seguiremos siendo totalmente dependientes de ella.
Hoy personas de todas las edades, sí o sí, por lo menos conocen o ya entraron a plataformas como Meet, de Google, o Zoom, que permiten realizar conferencias y hacen que parezca como si en realidad todos estuvieran conectados. Señoras y señores, la virtualidad no es un tema nuevo. De hecho, fue un tema nuevo hace veinte años, pero hoy en día está disparado su auge.