Al Ejército Nacional no le quedó otro camino que ordenar el retiro del Mayor General Jorge Hernando Herrera Diaz ya que encontraron las pruebas suficientes para evidenciar que el oficial se había aliado con la banda Los Pocillos. La excusa que presentó Herrera Díaz fue la de que se había unido con ellos para combatir a la disidencia de Gentil Duarte. Una vez más las Fuerzas Armadas se habían unido a grupos armados al margen de la ley para conseguir un fin. Así lo reveló la investigación de la Revista Cambio y Noticias Uno
El primer alto oficial condenado por su alianza con las Autodefensas Unidas de Colombia fue Rito Alejo del Rio quien desde su base en Carepa, Antioquia, se alió con los hombres de Carlos Castaño para detener el avance de las FARC y, de paso, ordenar el asesinato y la desaparición de decenas de personas que habían cometido un error: haber nacido en zona de conflicto.
Los tentáculos del paramilitarismo alcanzaron incluso al General Mario Montoya, hombre fuerte del ejército en épocas de Uribe, fue salpicado por Otoniel, jefe máximo del Clan del Golfo, quien esta semana fue nombrado por él en comparecencia con la Justicia Especial para la Paz poco antes de ser extraditado a una cárcel de Estados Unidos.
En los últimos meses se ha sabido de estos casos en donde los militares han buscado alianzas con narcos y delincuentes para buscar beneficios económicos o de información. Desde comienzos del 2019 Miguel Antonio Bastidas, alias Gargola, se escondía de sus múltiples crímenes. Uno de ellos fue el de ayudar a transportar toneladas de cocaína a México desde el Putumayo. En el momento de la captura, mientras iba en un carro oficial por las intrincadas calles de Soacha, lo acompañaba su cuñado, el coronel del ejército Elkin Alfonso Argote Hidalgo, en ese momento se desempeñaba como Jefe de Estado Mayor del Comando de Reclutamiento y Control Reservas, quien cayó como encubridor y cómplice de uno de los narcos más buscados del país.
El 21 de septiembre del 2021 el Coronel Alexander Amado Pinzón fue capturado después de comprobarse que había vendido armas a Mayimbú, el jefe de las disidencias de las FARC en el Cauca, quien maneja a su antojo el famoso triángulo de la marihuana en Corinto. Según las autoridades, los militares extraían municiones del Fuerte Militar de Tolemaida para llevarlo a un inmueble en Melgar y entregárselo al Eln en el Valle del Cauca. En la investigación se pudo determinar que ambos uniformados lograron almacenar 14.800 cartuchos en el inmueble.
Al general Diego Luis Villegas, quien está procesado en la JEP por ejecuciones extrajudiciales, se le escuchó decir en la sede de la Trigésima Brigada de Medellín, “Acá lo que toca es dar bajas, si toca sicariar, sicariamos”. Se le investiga porque se unió con la banda Los Pelusos para combatir al ELN.
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