Colombia desde los últimos años, ha estado en serios problemas referente al sector salud, donde al paciente se le han vulnerado sus derechos a ser atendidos y en los peores casos, han muerto frente a un centro médico por no estar afiliado a una EPS-IPS o no contar con los dineros suficientes para pagar los medicamentos, no obstante a estos flagelos uno de los inconvenientes grandes en este sector es el control de los precios de los medicamentos, ya que pocas compañías controlan la elaboración y comercialización de dichos productos ocasionando que haya poca competencia y los costos sean elevados, siendo casi imposible para los usuarios comprarlo tan solo que estas personas sean adineradas.
Lastimosamente, hemos evidenciado que el negocio de la salud se ha vuelto muy lucrativo, donde las autoridades colombianas “flojas” no han actuado a tiempo para controlar estas empresas y personas que se aprovechan de los recursos tanto de los usuarios como de la nación. Tal evidencia se demuestra que muchas EPS han sido intervenidas y otras tienen procesos judiciales.
Para completar, en días pasados fue aprobado el presupuesto general de la nación 2015 donde el sector salud le correspondió 4.1 billones de pesos, a diferencia de este año que fue de 4 billones; Nos parece una falta de respeto que el aumento no haya sido significativo, ya que los problemas de este sector son de fondo y se necesita mayor cobertura puesto que nuestra constitución menciona que el derecho a la vida es un derecho fundamental y hace varios meses fue decretado la salud como fundamental y si no es así, mejor apaguemos y dejemos de hablar tanto.
Afortunadamente, lo digo de esta forma porque sería el colmo que nuestras autoridades no hicieran nada bueno, el pasado jueves 18 de septiembre, se firmó el decreto de los biotecnológicos, permitiendo la entrada de más empresas lo que ocasiona mayor competencia que por ende representaría menores precios de los medicamentos, en este caso esencialmente bajarían los precios de los medicamentos de las enfermedades más costosas como lo son el cáncer, la artritis, el mal de Alzheimer entre otras, además que el gobierno nacional se ahorraría con la implementación de este decreto entre 300.000 y 600.000 millones de pesos al año.
Por último, aunque se recibe con agrado esta firma del decreto, la felicidad no es completa, falta mucho camino por recorrer o como bien lo explica una frase “le falta pelo pal moño” así que invitamos al gobierno nacional, a que estas noticias que beneficien a los colombianos se den con mayor rapidez ya que aunque es un gran paso para el control de los precios no soluciona el problema que vive el sector puesto que la salud es un derecho de TODOS.