Nadie puede dudar ni refutar que Juan Pablo Montoya es uno de los mejores deportistas que Colombia ha tenido. Su legado en el automovilismo y más específicamente en la Fórmula 1 está lejos de lo que cualquier colombiano ha hecho en cualquier otra disciplina.
Juan Pablo le peleó de tú a tú a una auténtica leyenda como lo es Michael Schumacher, poniéndolo en aprietos en más de una ocasión. Además, es doble ganador de las 500 millas de Indianápolis y campeón de la CART.
Montoya se mantiene vigente en la élite del automovilismo, pero a la par su hijo Sebastián progresa en divisiones inferiores con el sueño de llegar a la Fórmula 1. Luego de ingresar al automovilismo desde muy joven y correr en karts alrededor del mundo, en 2020 dio el salto a los monoplazas llegando a la Fórmula 4.
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Su primera temporada a este nivel fue difícil y no tuvo los resultados que esperaba. Terminó en 11º posición mientras sus compañeros de equipo fueron 1º, 3º y 5º. Después de su primer año y de acumular experiencia, afronta la temporada 2021 con el objetivo de ser campeón, y los resultados empiezan a aparecer para Sebastián.
Este fin de semana, Montoya compitió en el circuito italiano de Misano, donde se disputaron tres carreras y llegó al podio en dos de ellas, siendo 2º en una y 3º en otra de ellas.
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Gracias a estos resultados, que son sus primeros podios en la categoría, Sebastián ya es quinto en el campeonato de la F4. Por hacer una comparación entre su carrera y lo que fue la de Juan Pablo, a la edad con la que Sebastián ya corre en Europa él todavía estaba en Colombia a comienzos de los años 90.
Montoya llegó a Europa en 1995 con 19 años, tres años más tarde de lo que actualmente ya hace Sebastián. Sin embargo su carrera fue meteórica y en 1997 ya probó un carro de Fórmula 1. Dos años después ganaba la CART y en 2001 ya estaba en Fórmula 1.
Actualmente se viven épocas totalmente diferentes y es normal que los pilotos de élite sean muy jóvenes. Sin embargo, Sebastián ya está encaminado para llegar la F1 y dependerá de su talento y sus patrocinadores que pueda llegar algún día a la máxima categoría del automovilismo.
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