Los oprimidos somos la mayoría de los colombianos que cada día estamos más cerca de "los sótanos del infierno", como diría la comediante Alejandra Azcárate acerca de su situacion personal. ¡Llegó la hora de los oprimidos! ¡Los oprimidos somos más! Lo anterior no es una invitación a una revuelta popular de corte violento. No. Simplemente es la invitacion a que con su voto se consiga el cambio ardorosamente deseado; que su voto trascienda y sea útil; porque así como vamos, la clase media tiene tendencia a desaparecer.
En este contexto, la clase media es víctima de una ilimitada opresión y, además, sometida a cargar con la culpa y la ampliación de la base tributaria, cada vez que los genios tecnócratas deciden una reforma para tapar el hueco fiscal que nos agobia, provocado por el anárquico malgastar; o sea, gastar más de lo que el Estado percibe por concepto de impuestos.
La Banca Multilateral, que de boba no tiene un pelo, preocupada por un eventual incumplimiento de la deuda, obliga a estos obsecuentes gobiernos a tomar severas medidas que van siempre en contra de los que menos ganan. Es el servicio de deuda externa e interna que todo lo aprieta; la deuda aquirida para tapar huecos fiscales. Se tapa un hueco y se destapa otro. Es nuestro deporte nacional. Es el círculo vicioso, que nos somete y nos condena a nacer siempre endeudados.
La opresión se origina en el perverso sistema neoliberal establecido por el gobierno de la apertura económica de principios de la década de las años noventa. Contrario a lo que le sucede a la clase media, los grandes capitales empresariales y el sistema financiero son los beneficiados con la friolera de 19 billones en exenciones tributarias anuales que equivalen a casi tres reformas tributarias. Ellos no tienen la culpa que les concedan semejante beneficio, que nadie se atreveria rechazar; los realmente culpables son los gobiernos que los adjudican, pudiendo dirigir esos recursos prioritariamente a la Cenicienta: la educación.
Los empresarios están en su derecho de percibir ganacias y ellos a su vez crear empleo. No somos enemigos del emprendimiento privado. La iniciativa privada es respetable y necesaria, pero no necesitan ellos que les regalen a través de gruesas exenciones, que van en detrimento del fomento de la educación pública de calidad e inversiones sociales importantes. Todo lo anterior, incluida la pandemia, han generado la endémica pobreza, que se había visto disminuida en gobiernos anteriores y que en este Gobierno se profundizó: ¡y de qué manera!: tenemos 22 millones de pobres que representan casi el 50 % de la población del país.
Y así, con estos pobres resultados, quieren seguir siendo alternativa de poder y continuar anclandos en él. Los oprimidos han ganado, se demostró en las pasadas elecciones que, con evidente fraude incluido, los partidos alternativos surtieron un significativo avance en la conformacion del Congreso. Ahora vendrá toda suerte de mentiras, ,"falsos positivos", entrapamientos, fake news y "propaganda negra"; el miedo se apoderará de los débiles que no tienen pensamiento crítico y seguro serán vulnerados, porque RCN y Caracol piensan por ellos. Inocular miedo es un viejo recurso que ha dado muy buenos dividendos electorales y lo van a usar a fondo. ¡Se la jugarán toda con la mentira!... Aunque ya pocos caen en ella.
El galimatías que se presentó con un tardío pedido de reconteo después del escrutinio avalado por jueces de la república, a la luz de las leyes vigentes era ilegal. Lo dicen los expertos juristas especializados en temas electorales.
Superado este estado de cosas inconstitucionales, vendrá la campaña con miras al 29 de mayo, donde los oprimidos, cansados del reiterado engaño masivamente nos manifestaremos por el cambio. El pueblo ya habló. ¡Basta ya! No queremos más de lo mismo.