Desde la creación de la internacional comunista del Foro de Sao Paulo en 1990, la monserga ha sido la misma y aunque ha pretendido vender a dicho adefesio como una organización variopinta con partidos y movimientos políticos de diferentes ideologías, la única verdad es que el marxismo-leninismo aparece como el fundamento doctrinal de ese ardid, que difícilmente puede engañar, pero que sigue actuando de manera maligna en Latinoamérica para conducir a nuestras naciones al enajenamiento y depravación.
La XXV edición del encuentro anual del Foro de Sao Paulo (Caracas, del 25 al 28 de julio) es una bufonada. Según los organizadores, se presentarán un total de 120 partidos de la llamada izquierda de América Latina, Asia, África y Europa, con las diferentes máscaras que utilizan para engañar a las masas en sus países, haciéndose llamar progresistas, indigenistas, bolivarianos, sandinistas, verdes, entre otros, pero eso sí todos con su doctrina comunista totalitaria bien afilada o en su defecto haciendo el papel de idiotas útiles, porque un partido o movimiento que sea miembro de semejante esperpento tiene que poseer una ignorancia suma o una picardía extrema.
Por supuesto que en el encuentro habrá delegados de partidos colombianos, como el de la Farc y otros, que tienen la ventaja de que en el país los grandes medios de comunicación no les hacen preguntas serias frente a este tema y cuando las hacen, se les nota la ambivalencia, como en la entrevista que le hizo Semana a Rodrigo Granda de la Farc; ya que el tema es un verdadero tabú, cuestión que se demostró en la campaña presidencial de año anterior, en donde el candidato Gustavo Petro de la Colombia Humana, cuyo partido Progresistas es miembro activo de esa logia, tenía una patente de Corso para que en el prolongado debate electoral que duró varios meses jamás le cuestionaran su membrecía en el Foro de Sao Paulo.
La parodia marxista de Caracas estará dedicada a defender las satrapías de Venezuela, Cuba y Nicaragua, pasando por la alto la condición corrupta y genocida de dichos regímenes, que han demostrado hasta la saciedad que la tortura es una práctica consuetudinaria para perseguir a los opositores, demostrando así el carácter perverso de la doctrina marxista-leninista que tiene como principio aplastar la dignidad humana.
El Foro de Sao Paulo tuvo su primera victoria electoral en Venezuela con el orate de Hugo Chávez en 1998, como lo recordó una organizadora del encuentro el año pasado en Cuba, eso sí sin dejar de mencionar la cantaleta de la lucha en contra del imperialismo y el neoliberalismo, cuando ese par de expresiones se deben de revisar. Al tal imperialismo yanqui al parecer poco le ha importado Latinoamérica y tiene intereses más importantes en otras partes de la tierra, como ya lo hemos sustentado en anteriores columnas. Y en cuanto al neoliberalismo, sabemos que surgió hace 42 años por una alianza entre el partido comunista chino y las grandes transnacionales, lo que provocó la flexibilización laboral a escala mundial y la acumulación de grandes masas de dinero por parte del capital financiero internacional. Con eso en mente, ese discurso del Foro de Sao Paulo pertenece a la caverna.
El Foro de Sao Paulo es un ultraje a la inteligencia de los pueblos de América Latina, por sacar de la basura de la historia al marxismo- leninismo, repudiado en Europa Oriental tras la caída del muro de Berlín, pero los señores Fidel Castro y Lula da Silva, sus fundadores, de manera cínica desconociendo ese hecho histórico lo reciclaron, contando con el atraso ideológico de algunos sectores y aprovechando la poca capacidad de innovación de las elites gobernantes en las diferentes naciones, lo que demuestra que la región no tuvo la suficiente capacidad para identificar a sus verdugos, que artificiosamente se ocultan detrás de varios atuendos, engañando a algunos pueblos, siendo indiscutiblemente su matriz el comunismo totalitario.
En el sainete marxista de Caracas se respaldará el genocidio que comete Daniel Ortega en Nicaragua, además de exaltar a la dictadura sanguinaria de Nicolás Maduro en Venezuela y apoyar los 60 años de la tiranía cubana. Frente a esos pronunciamientos sería bueno conocer la opinión de dirigentes de los partidos que en Colombia hacen parte del Foro de Sao Paulo y que no pueden seguir pasando de agache. De ahí que habría que conocer las opiniones a ese respecto de la Colombia Humana de Gustavo Petro, la Alianza Verde y el Polo Democrático, pues sabemos que pedirle explicación al Partido Comunista o a la UP no tiene sentido, ya que es conocida su terquedad y su fervor desaforado por el marxismo-leninismo.
El conciliábulo marxista del Foro de Sao Paulo que se reunirá en Venezuela con sus diferentes partidos y grupos indiscutiblemente es una farsa, ya que en ese ritual que se realiza cada año queda claro que siguen aferrados al hechizo del materialismo histórico y la inevitabilidad, principios fundamentales del comunismo totalitario, que por su superstición le han servido para embaucar a personas de flaqueza mental. Por eso ante semejante pandemónium que todavía tiene alguna capacidad de engañar, la democracia debe incrementar la batalla ideológica en Latinoamérica para defender la libertad.