Antes de la Copa América de 1987 Colombia estaba borrado del universo futbolístico. Los únicos logros de Selección hasta ese momento fue la clasificación al mundial de Chile 1962, el subcampeonato de Copa América de 1975 y pare de contar. Maturana en ese momento era un joven técnico de 37 años que venía de hacer una campaña destacada con el Once Caldas. Fue el dirigente León Londoño el que le apostó a un cambio de mentalidad con Francisco Maturana. Bien hablado, culto, profesional, Maturana tuvo la virtud de potenciar al Pibe Valderrama, quien en ese momento tenía 26 años, no era ya un juvenil, y parecía no iba a explotar jamás todas sus posibilidades.
Pacho reunió gente joven de 22 años como el portero Higuita o Leonel Álvarez con veteranos como Arnoldo Iguarán. Jugaba hermoso esa selección que aplastó a Bolivia, Paraguay y cayó en tiempo suplementario con Chile. El momento cumbre de esa selección fue haberle ganado en el Monumental de River, por primera vez en la historia, a la Argentina que se había coronado campeón del mundo un año antes, el mítico equipo que capitaneaba Maradona.
A partir de ahí el fútbol colombiano cambiaría para siempre. Un fútbol que pasó de ser una cenicienta a tener una personalidad propia, el carácter de empatar con Inglaterra en Wembley o de clasificar a dos mundiales consecutivos. Es que en unos pocos años pasamos de ser los peores de América a ganarle 5-0 a Argentina en Buenos Aires. Pacho en su momento fue candidato para estar al frente del Real Madrid, al final recayó en el Atlético de Madrid en donde no pudo hacer un buen papel pero siguió siendo un técnico más que influyente, el primero –y único- en dirigir en Europa. Ha sido el único técnico nacional en ganar una Copa América.
Y, a pesar de todo lo que le ha dado al país, sigue siendo despreciado, ninguneado, todavía le sacan en cara la tal rosca paisa, la misma que nos llenó de gloria y nos puso en el universo futbolístico.
Hoy cumple 72 años y el cariño por él sigue intacto en al menos un sector del periodismo que reconoce su grandeza.
