Ramón Eduardo Guarín Castaño, alias Richard, se fue a vivir con el peso en su conciencia de 58 muertos a Bucaramanga donde montó un negocio como comerciante y por años sus vecinos nunca supieron quién era realmente. El temido jefe de La Especial, la banda criminal que controlaba Villavicencio y sus municipios vecinos en el Meta, y que operó como el comando armado urbano del Bloque Centauros, se suicidó antes de ser capturado por miembros de la Fiscalía que llegaron hasta su local en Bucaramanga. Alias Richard nunca dejó de andar armado y su organización La Especial era la encargada de los ajustes de cuentas entre los paras en varios barrios de Villavicencio. Con la misma arma con la que segó la vida de sus víctimas se pegó un tiro antes de que la ley le pusiera una mano encima.