La opinión es un juicio, valoración, sentir, estimación o concepto que puede ser o no coincidente con el de los demás, y que expresa en forma libre y espontánea una persona respecto de algo o de alguien. Esa es la definición, según la Real Academia de la Lengua. En pocas palabras es tu criterio formado con la experiencia.
''El mango es desagradable”. Al expresar de esa manera lo desagradable del mango, tú, que eres el sujeto que lo expresa, emites concepto libre y espontánea sobre tu experiencia con esa fruta, sin que nada ni nadie, pueda impedirlo o prohibir que lo expreses. De la misma manera, se pueden expresar conceptos de personas e instituciones reitero, sin ningún impedimento.
Decir "el político merece ser apaleado'' no contraviene legalmente, ni se constituye en delito, porque la opinión que expresa es un sentimiento producto de la subjetividad, diferente del caso de invitar a otros a hacerlo, que sí lo prohíbe la ley. Incitar significaría buscar adeptos a esa causa, bien sea convenciendo o haciendo presión sobre el comportamiento de los otros.
Así pues, expresar tiene protección legal en todos los países, y en Colombia, el artículo 20 de la Constitución Política. De ese modo suponer que alguien puede ser condenado por las expresiones que lanza sería lo más cercano a la dictadura, con todo el horror que lleva en su significado. Es el mensaje de los emperadorcitos, cuyas amenazas colocan cortapisas para amedrentar.
Todo lo que pensamos puede ser expresado libremente, guste o no guste a otros. No existe limitación para la expresión, más allá del señalamiento moral. La sociedad misma tácitamente coloca límites, pero nunca prohibiendo o castigando.
Por otra parte, la lingüística ofrece una herramienta efectiva para quienes tratan de colocar límites al derecho fundamental que nos asiste. Decir '' Fulanito es un hijueputa'' podría significar muchas cosas, contrario con el significado despectivo al que se le asocia. Para la muestra, en la costa, fuera de los formalismos, decimos ''tú eres la verga'' para señalar que esa persona tiene virtudes poco comunes, así como también que esa persona rompe tendencias. Son expresiones hipersemánticas° (término acuñado) que en un banquillo de los acusados el juez estaría atajando pollos.
''Ojalá maten a ese cerdo'' en mi concepto es una expresión desiderativa, que expresa desde lo más profundo un concepto propio, inundado de fantasía que no implicaría necesariamente llevarlo a cabo. Así mismo, ¿cómo demostrar quién es el cerdo y si la persona señalada aceptaría que responde a ese nombre? Las interjecciones, palabras que se expresan ante el dolor o cualquier estímulo repentino, pueden compararse con este otro tipo de expresiones que con alarma envían al paredón los que proscriben
En conclusión, nadie, absolutamente nadie, puede prohibir que te expreses libremente, tan solo sabiendo que el único límite es el moral.