En 2019, un promotor amigo pagó medio millón de euros por un show de Bad Bunny. Cuando el festival tuvo que ser cancelado por pandemia, el artista y su equipo devolvieron la suma, porque sabían que cuando la cuarentena terminara el cantante valdría mucho más. Es simple, las boletas de Karol G están caras porque La Bichota subió de nivel.
Un artículo que publicó el año pasado Revista Semana dice que Karol G cobra 100 mil dólares por presentación (425 millones de pesos aprox.). Pero aunque esas cifras suelen ser confidenciales y pocas veces se presentan al público, me cuesta creer que esa suma sea correcta.
En caso de que sí sea cierta, la artista no estaría recibiendo lo que vale un show suyo sino un valor simbólico. Karol G vive en un lujoso edificio esquinero en el distrito de Brickell, en el condado de Miami Dade. Así que no tiene mucho sentido que sus shows los cobre en pesos colombianos.
Por ejemplo, Nicky Jam en su mejor momento –hace unos 5 o 6 años– cobraba 350 mil dólares por show. En esa época, también se decía que Maluma cobraba 1 millón por un evento privado; así que podría intuirse que un concierto convencional del artista estaba avaluado en medio millón. Si querías a Ozuna en tarima tenías que poner US$ 200.000. Daddy Yankee y Don Omar rondaban por el millón.
También hay que tener en cuenta que el dólar se encareció y que todos los precios se dispararon. En este tipo de eventos, es posible que algunos elementos del montaje se tengan que contratar por fuera del país, lo que nuevamente nos pone a hablar en moneda extranjera.
El costo de vida latinoamericano también influye, Karol G no puede pagarle a sus trabajadores lo mismo que años atrás y el organizador del evento tampoco puede hacer lo mismo con sus empleados. Músicos acompañantes, sonidistas, expertos en montaje, etcétera. Toda esta gente también tiene que comer.
Por cierto, 2023 ha sido un año muy difícil para la realización de eventos, en parte por la crisis mundial, pero también porque en 2022 mucha gente todavía no había dimensionado el verdadero impacto económico que tuvo la pandemia. Este año el público cuida más sus bolsillos y eso también hace que los proveedores de algunos equipos encarezcan el alquiler de los mismos.
Otro detalle que la gente no dimensiona es que La Bichota se convirtió en una de las figuras pop más grandes del mundo. Karol G sería la nueva Shakira, si no fuera por la capacidad tan impresionante de reinvención que ha tenido la barranquillera.
Hace poco el diario El País me invitó a explicar por qué Shakira se volvió la principal figura de la música pop mundial, por encima de Taylor Swift, Harry Styles o incluso Bad Bunny. Te dejo el enlace por si quieres entender mejor mi teoría.
El tour que hizo Karol G el año pasado fue la gira femenina que más dinero generó dentro de la industria de la música latina (69.9 millones de dólares). Por encima de Jennifer López (50 millones de dólares) y de Shakira (28.8 millones de dólares). Es absurdo pretender ver a La Bichota por $50.000.
Y si bien es cierto que los precios en Medellín y en Bogotá no son proporcionales, pero habrá que ver qué acuerdos Karol G hizo para cada ciudad. Además, la capital se ha encarecido bastante en los últimos años y el show de La Bichota no es el único en el que los precios varían tanto entre ambas ciudades.
Coda: La excusa que dio el Primavera Sound, culpando al gobierno por la cancelación, es una vergüenza. Es una falta de respeto con la institucionalidad del país e incluso resulta un hecho mucho más vergonzoso al ver que el festival no da ese tipo de excusas ni siquiera en mi país Argentina, que actualmente tiene la segunda moneda más devaluada de América Latina.
Creo que amerita que en este otro enlace deje un artículo donde Victor Lenore, uno de los periodistas musicales españoles que más admiro (su libro 'Indies, hipsters y gafapastas' podría cambiarte la visión de la industria musical global), analiza la enorme cantidad de errores que se mandaron en la última edición madrileña del festival. También digo que me gustaría saber si semejante ridículo fue culpa de los organizadores locales o del Primavera Sound como tal e invito a los dueños de la marca a pronunciarse.
No tiene ningún sentido que un grupo de empresarios salga a argumentar que un show costoso, mal armado y mal promocionado se cancela por “la inestabilidad que ahora mismo pasa Colombia”. Disculpen lo malpensado, pero cuando leí semejante excusa lo primero que pensé fue: ¿Y si la razón de fondo para decir esto es que no quieren devolver el dinero en su totalidad?
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