Con el tema de primera infancia se debate la edad apropiada de niñas y niños para empezar a recibir una educación integral y sus necesidades cognoscitivas.
Los programas De cero a siempre o Todos a aprender son iniciativas andando en la materia, estudiadas en esta inaugural mesa en la que participan Carolina Uribe de La Fundación Compartir, Emilio Espejo de la Fundación Rafael Pombo, Constanza Alarcón de la Presidencia de la República, Luz María Babativa del Centro Internacional de Educación y Desarrollo Humano, Carolina Guzmán de la Alianza Educación Compromiso de Todos, Horacio Álvarez del Banco Interamericano de Desarrollo, María Inés Cuadros de Aldeas Infantiles, entre otros expertos que apoyan el proceso del Pacto por la Educación.
Con el Pacto surgió el Gran Acuerdo Nacional por la Educación buscando que todos los estamentos de la sociedad colombiana asuman el compromiso de priorizar la formación de calidad y de ofrecerla de manera equitativa en todo el país.
Daniel Díaz, uno de los impulsores de Todos por la Educación, creció en una familia de docentes convencido de que la educación puede transformar. Dice que el hecho de no tener vínculos con un partido político determinado ha conseguido que el movimiento no solo esté conformado por 5 o 6 jóvenes, sino que empresas, universidades y ONGs así como el sector público se interesen en fortalecer el Acuerdo que han firmado más de 8 mil personas.
A cargo de la subdirección del Capítulo de Empresarios por la Educación, organización que trabaja hace 12 años por posicionar la educación en la agenda pública y hoy parte del Acuerdo, está María Clara Ortiz. Según ella, las mesas son espacios de concertación social, pues un grupo de expertos no definirá las rutas de la apuesta educativa, sino que los insumos más importantes serán aportes de docentes, estudiantes, madres y padres de familia en las regiones.
“No es cómo mejorar a los que están mal para que estén un poco mejor; es cómo garantizar que toda la población tenga las mismas condiciones y pueda desarrollar lo mejores aprendizajes”. Declara María al definir el carácter del plan de formación en construcción.
El Acuerdo integrará asimismo la diversidad y la multiculturalidad como potencial educativo, a partir de diferentes experiencias entre las que sobresalen comunidades indígenas con procesos permanentementes y para la vida. Por eso María Clara considera necesario ver la educación más allá de la transmisión de conocimientos, es decir, formar seres humanos sensibles, éticos, creativos.
El 29 de mayo será el turno de la educación básica y media, y el 5 de junio de la educación superior en Bogotá lo mismo que en departamentos como Atlántico, Valle del Cauca, Putumayo, Caquetá, Boyacá, Cundinamarca y Cauca, por ahora.
Más adelante la Universidad Eafit será la encargada de analizar la información recopilada en las mesas, consolidarla y responder a la pregunta que motiva al movimiento: ¿Cuál es la educación soñada en Colombia?