Envalentonados por el falso patriotismo, las hordas de colombianos creían que a punta de pensamiento positivo y oraciones al Divino Niño, el chavito iba a retener la Maglia Rosa. Lo que hicieron, por supuesto, fue insultarme, llamar a la página las dos alcantarillas, mostrar, en sus comentarios, el odio y violencia que puede despertar en un país una guerra de 65 años.
Estaba enfermo, se le notaba en su andar, con la boca abierta, que estaba congestionado. Hoy pasó la etapa más difícil de su vida. Hace tres años, cuando debutó, no estuvo ni siquiera dentro de los 50 primeros. Hoy es subcampeón, detrás de uno de los dos más grandes de todos los tiempos.
Pero la ignorancia es atrevida. Muchachos que en su vida han visto completa una etapa se creen capaces de dar pronósticos, de hacer análisis. Si hay hinchas que les pagan en dólares para que comenten por ESPN, ¿por qué el triste borracho de tienda no puede dar su opinioncita sobre lo que le parece este deporte? Hoy, los mismos que me insultaron ayer, son los que están diciendo que Cháves es un invento, una mentira, que se agrandó y todas esas estupideces.
Lástima, hoy apareció Rigo para que les quedara claro su clase, lo que no había eran energías en el maltratado cuerpo de Esteban y lloramos y pensamos en lo cerca que estuvo de la gloria aunque claro, mañana, cuando suba al pódium en Turín, se dará cuenta de la hazaña: sin equipo, enfermo, sin tantos kilómetros encima como los que tenían sus más inmediatos rivales, Cháves se graduó de monstruo del ciclismo internacional.
El próximo año seguro cambiará de equipo y será un duro rival para Nairo, Froome y el mismo Níbali en el Tour de Francia. Tener al Chavo, a Urán y a Atapauma entre los 10 primeros de la general, confirma a Colombia como una de las cinco potencias del ciclismo mundial. Lo que le falta a éste deporte son periodistas y, tal vez, una afición que sepa de lo que está hablando. Si quieren ver el nivel de ramplonería entren a los foros de Marca y vean los insultos, el nivel de agresividad y el patrioterismo ciego que aterra a los foristas españoles.
El sicariato colombiano ahora se extiende a los foros de ciclismo mundial.
