Y entonces el Tuso Sierra, el exparamilitar, acusa a Piedad Córdoba, a Iván Cepeda y a Rodrigo Lara de interrogarlo en el año 2010, con énfasis en que declarara en contra del expresidente Álvaro Uribe Vélez, y suponen que los colombianos nos debemos hacer como si no hubiera dicho nada. ¡Ni más faltaba! Mucho tienen que explicar estos congresistas y excongresistas a la opinión pública, ¿cuál era su interés en que el Tuso y Mancuso involucraran a Uribe Vélez con paramilitarismo?, ¿acaso dentro de su labor de congresistas, por el cual devengan un generoso salario, se establece visitar cárceles para conseguir testimonios que involucren a sus adversarios políticos?
No podemos hacernos los de los oídos sordos, hacerlo nos convertiría en cómplices de una injusticia. Conocer la verdad de la historia de Colombia es una necesidad, sobre todo de mi generación.
Y aún más grave para el Estado social de derecho, el exmagistrado de la Corte Suprema de Justicia, Barceló, quien tenía a su cargo una investigación en contra del expresidente Uribe, también es acusado por el Tuso Sierra de ofrecerle beneficios judiciales a cambio de que declarara en contra de los hermanos Uribe Vélez. ¿Qué interés podía tener Barceló de involucrar a Uribe con paramilitarismo?, ¿qué garantías hubiera podido tener el expresidente con un magistrado acusado posiblemente de buscar falsos testimonios?
En Colombia el derecho de todo ciudadano al debido proceso lleva consigo el derecho a un juez imparcial, el cual debe administrar justicia sin ninguna influencia de prejuicios ideológicos. Por ende, su sentencia debería estar sustentada en las pruebas y argumentos de las partes, principio básico de nuestra democracia. Sin embargo, ese juicio imparcial parece no haberse aplicado al caso del expresidente Uribe. El exmagistrado José Luis Barceló no solo fue acusado de utilizar su investidura para conseguir testimonios, sino también de llevar consigo el indicio de chuzadas ilegales. Todo un fortín, de ser las acusaciones ciertas, que lo alejó de ser un juez imparcial y un buen administrador de justicia.
Lo sano sería que Barceló se hubiera apartado desde un inicio, protegiendo la integridad de nuestro sistema judicial, pero al parecer unos intereses particulares primaron sobre el interés general. Hoy queda demostrado que el expresidente fue una víctima de un montaje con fines, quizás, politiqueros.
El Tuso Sierra puso sobre la mesa dos postulados que no podemos borrar de nuestro imaginario colectivo: que el exmagistrado Barceló, Piedad Córdoba, Iván Cepeda y Rodrigo Lara tienen un interés desconocido en involucrar al expresidente Uribe con el paramilitarismo en Colombia y que, por su parte, el exparamilitar afirma no conocer al expresidente ni haber sido testigo de relación alguna de este con paramilitares.
La injusticia de poner la honra de un hombre en entredicho a través de testigos falsos y el descaro del silencio de quienes fueron acusados de buscar el falso testimonio. Se les cayó el montaje contra Uribe.
Dice el Tuso Sierra que el Magistrado Barceló ofreció beneficios a cambio de testimonios contra el expdte @AlvaroUribeVel ¿Cual es el interés de Barceló en involucrar a Uribe? ¿Y eso de la imparcialidad del juez no aplica en este caso o qué sucede? #CaeMontajeContraUribe pic.twitter.com/nWcifmtJRu
— Natalia Bedoya (@natiibedoya) 29 de abril de 2019