El 2014 fue un año clave para Francia Márquez. Ahí fue cuando demostró el poder que tenía en el Pacífico. Organizó una marcha desde la Toma, la vereda donde nació en el Cauca profunda hasta Bogotá a donde querían hacerse escuchar del entonces presidente Juan Manuel Santos. Tres mil personas que vivían en esa tierra habían sido desplazadas debido a la construcción de la vereda la Salvajina, en Suárez. Francia Márquez, a sus 32 años, se plantó duro después de comprobarse que al señor Héctor Sarria y a las multinacionales le otorgaron una licencia para explotar oro a las multinacionales Anglo Gold Ashanti, Cosio Resaurces y Aglo América. Empezaba la relación entre Francia Márquez y Cauca
Su reacción fue ponerles unas tutelas a quien era el ministro del interior, Juan Fernando Cristo y a quien estaba al frente de la cartera de Minas, Tomás González. Eran setenta mujeres caucanas y por el atuendo con el que salieron a caminar expuestas al sol se les llamó La marcha de los turbantes. Tres meses duraron en el ministerio del Interior. Adoraron a la diosa Orisha llamada Urula en un territorio que era para blancos. No sólo pararon el proyecto sino que Francia Márquez se convirtió en una negra poderosa.
Cuando Gustavo Petro anunció que sería su fórmula a la vicepresidencia la mayoría del país se asombró pero el nicho que siempre sigue los movimientos sociales sabía que Márquez era una figura de quilates. Petro sabía además de su caudal político. En regiones de Nariño como Timbiquí, en Chocó, en su Suárez creó una red que en las elecciones presidenciales se encarnó en el grupo de wasap Francia Márquez mujeres poderosas. En la consulta del Pato Histórico a la presidencia Francia sorprendió con 900 mil votos. Era mucho más que un símbolo de la lucha medioambiental. Era una realidad política que tuvo partido propio y se llama Soy porque somos.
VEA TAMBIÉN: Con hidroeléctrica propia, en Suárez pagan una energía tan cara como en Bogotá
Pero, poco más de un año después, ese caudal político parece haberse perdido en Nariño y en Cauca. En los últimos 18 años Nariño ha tenido cinco gobernadores de izquierda. Incluso en la época en la que Álvaro Uribe tenía más del 80% de favorabilidad, este departamento escogía la opción de los partidos de izquierda. En la primera vuelta de las elecciones del 2022 Gustavo Petro arrasó con el 70% de los votos. En segunda vuelta llegó a obtener el 81%. Esta ventaja, sostenida en la popularidad de Francia Márquez, no es más que un globo desinflado.
El movimiento de Francia llega a estas elecciones, según La Silla Vacía, sin personería jurídica y sin el respaldo absoluto del Pacto Histórico. Incluso en su municipio, Suárez, las posibilidades de ganar son mínimas. Su candidata, Nazly Lucumí, quien incluso estuvo opcionada para ocupar el viceministerio de Política y Relaciones Internacionales del Ministerio de Defensa, no tiene opciones frente a los otros candidatos como John Jairo Osorio que, aunque es de la ASI, cuenta con el respaldo de Cambio Radical.
Para la gobernación se anunció el pasado 2 de octubre el apoyo de Soy porque somos a la candidatura de Octavio Guzmán, quien cuenta con avales de Colombia Renaciente e Independientes. Guzman tiene el peso encima del controvertido Temístocles Ortega. La segunda carta de Francia Márquez a la gobernación de este departamento es Liliana Ararat Mejía. Guzmán debe enfrentarse a otros candidatos en teoría más fuertes como Libardo Ramírez, del partido Liberal.
Nariño es de los departamentos a los que más duro les ha ido en estos catorce meses de gobierno. Las lluvias destruyeron sus carreteras y los aislaron del resto del país. Ni hablar de la guerra que se ha cebado contra ellos. Hay municipios que están en extremo cuidado como Barbacoas, El Charco, La Tola, Magüi, Mosquera, Olaya Herrera, Francisco Pizarro, Ricaurte, Roberto Payán, Santa Bárbara y San Andrés de Tumaco. Además las pelea internas del Pacto Histórico hicieran que los otros partidos les tomaran ventajas. El escogido fue Luis Alfonso Escobar, un economista tumaqueño profesor de la Universidad del Valle que en caso de ganar sería el primer gobernador afro de ese departamento. Tiene un rival durísimo que encarna lo más tradicional de los partidos, Berner Zambrano, de la coalición De Frente por Nariño que recoge avales de otros poderosos partidos.
La abucheada en Popayan del pasado 3 de octubre no es más que otro síntoma de la bajada en popularidad que tiene en el Cauca la vicepresidenta. El revés ocurrió en un encuentro llamado “El gobierno escucha” y significó una goleada en la casa de una vice que creía poder tener el poder político para seguir ganando en los dos departamentos que la encumbraron.
Vicepresidenta Francia Márquez: “Aquí no vinimos a politiquear, y si vinimos a politiquear, yo me voy”
— Diana Coronado (@lacoronadation) October 4, 2023
Sandra Ortiz, consejera presidencial para las regiones:
“No vicepresidenta, yo no tengo nada que ver.”
Márquez:
“Me solucionas”
pic.twitter.com/e5b2vxu6bm