Cada cuatro años, cuando se va a elegir a un nuevo alcalde para Santa Marta, los políticos opositores a los gobiernos que han surgido del movimiento Fuerza Ciudadana en los últimos nueve años cogen de caballito de batalla el problema eterno del agua en la ciudad.
Incluso, uno de esos políticos se autonombró como "el man del agua", porque en las dos veces que se lanzó para aspirar a la Alcaldía basó sus campañas con la problemática del preciado líquido.
Para la última elección, en la que la actual alcaldesa Virna Johnson barrió a los otros cuatro aspirantes, todos ellos cogieron de caballito de batalla el mismo problema eterno de la ciudad. Sin embargo, la mayoría no les creyó, porque saben que la solución de ese problema de Santa Marta, así como es de antaño, es más complejo y no se resuelve tan rápido como se expresan las promesas en campañas.
Pues bien, ese caballito de batalla comenzó a caérsele a los que siempre lo toman para aspirar al primer cargo de la urbe, luego de que se conociera el último informe realizado por la alcaldesa Virna Johnson junto con la gerente de Essmar (la empresa encargada del acueducto de la ciudad), Patricia Caicedo, quienes dieron inicio a la ampliación y optimización de la Planta de Tratamiento de Agua Potable El Roble, obra que permitirá abastecer y normalizar el servicio de agua potable a más de 342.000 habitantes de la zona sur de la ciudad.
La inversión total que es de 4.380.591.729 de pesos, en una obra que se inició para el mejoramiento y optimización de la infraestructura de la Planta de Tratamiento de Agua Potable El Roble; hace parte de los proyectos definidos por los gobiernos del cambio para solucionar los problemas estructurales de la ciudad, siendo el principal de ellos el desabastecimiento de agua potable.
Con la ampliación del caudal de 400 a 550 litros por segundo, el Distrito de Santa Marta y Essmar garantizan el acceso al agua potable a barrios como El Rodadero, Gaira, La Paz, Cristo Rey, el corredor turístico, los sectores aledaños a la calle 30 y a las comunidades que habitan el sector sur de Santa Marta, que nunca han tenido el preciado líquido en sus hogares.
La ampliación y la optimización de esa planta contempla la ejecución de un módulo adicional de floculación, proceso mediante el cual se garantiza una eficiente separación entre los sólidos y líquidos; la construcción de tres unidades de filtros y el cambio de válvulas que optimizarán los procesos que lleva a cabo El Roble.
Virna Johnson sostuvo, además, que “esta obra a la que hoy damos inicio tiene un gran significado para los samarios, significa que sí podemos cambiar la historia del desabastecimiento de agua, que podemos solucionar esta problemática que nos ha afectado a todos, que vamos cumpliendo cada uno de los proyectos que nos comprometimos a emprender y que sí podemos derrotar el pesimismo y la crítica destructiva de quienes toman esta situación como un caballito de batalla para intentar desprestigiarnos y desinformar. Con esta obra nuevamente confirmamos que valoramos la confianza que ustedes depositaron en nosotros al elegirnos, y que nuestra responsabilidad, amor y compromiso por la ciudad son más fuertes cada día, por eso los programas y proyectos que vienen transformando la ciudad no se han detenido y ahora más que nunca palpita la sensación de que Santa Marta es el corazón del cambio”.
Todas esas inversiones se iniciaron con la ruta que trazó y empezó a ejecutar el gobernador Carlos Caicedo desde 2012, cuando fue alcalde de Santa Marta.
Por su parte, Patricia Caicedo Omar, gerente de Essmar, manifestó: “La ciudad se ha transformado positivamente no solo en sus parques, en sus vías, en sus escenarios deportivos, sino que nos propusimos la tarea de retomar esa soberanía del agua y desde entonces no nos hemos detenido ni hemos escatimado esfuerzos para buscar las alternativas que den solución a esta problemática de desabastecimiento de agua. La ampliación de la Planta de El Roble hace parte de esos proyectos y obras que se definieron para dignificar el servicio de agua potable en Santa Marta; hoy, en conjunto con la alcaldesa de Santa Marta, Virna Johnson y la comunidad, los actores más importantes, y el impulso que mueve a la empresa de servicios públicos de Santa Marta, empieza a concretarse este sueño de más agua para Santa Marta”.
Con cada una de esas obras, proyectos y programas que se desarrollan para el bienestar de todos los samarios, se reafirma el compromiso de la alcaldesa Virna Johnson de mejorar las condiciones de vida de los samarios y convertir a Santa Marta, de cara a sus 500 años, en una ciudad con mayor equidad y con una empresa de servicios públicos eficientes para la satisfacción de los samarios.
El caballito de batalla de aquellos políticos y críticos de los últimos tres gobernantes del cambio, así se llaman también, de seguro se ahogará en el agua que abundará en la capital de la Tierra del Olvido, cuando vuelvan a presentarse las próximas elecciones para elegir a un nuevo gobernante.
