El cuadro más grande y antiguo de la Virgen de Chiquinquirá está en la iglesia de Nuestra señora del Rosario. Mide 1.25 de alto por 1,39 de ancho y fue pintado en 1562, hace más de 500 años. Es una verdadera reliquia religiosa y la virgen de Chiquinquirá es una de las preferidas del papa Francisco.
Precisamente, uno de los pocos requerimientos en su reciente viaje a Colombia era poder apreciarla de cerca y bendecirla; sin tener idea de dónde estaba y adónde había que llevarla para que en su apretada agenda pudiese cumplir su deseo. Y por supuesto un deseo del papa, es una orden del Vaticano a la Nunciatura Apostólica de Colombia.
Había que trasladar la monumental imagen de Chiquinquirá a Bogotá, para que el papa pudiera admirarla, tocarla, bendecirla y decir una misa en su honor. Era necesario seleccionar a una empresa especializada para recoger y entregar la sagrada imagen.
Servientrega —marca que habla por si sola— le ganó el pulso a otras empresas e incluso al Ejército de Colombia para transportar la pesada y valiosa reliquia en un helicóptero ruso, que es el más grande de Colombia. Los dueños de esa empresa son Luz Mery Guerrero y su hermano Jesús Guerrero, quien es el presidente de Servientrega. Una marca que dice todo acerca de la mensajería.
Paralelamente, Jesús Guerrero es la cabeza de 44 empresas en 8 países. Aunque empezó siendo un simple mensajero y a punta de las tres claves de ese negocio (confianza, seguridad y puntualidad) se abrió paso entre la multitud durante 40 años, y hoy por hoy está al frente de esta poderosa empresa de envíos, la más grande de Colombia.
Lo que antes recogía y entregaba a pie caminando largos trayectos, hoy lo recoge y entrega por tierra, mar y aire, con una completa y sofisticada flota de medios de transporte.
“Chucho”, como se le conoce en su círculo familiar y de amigos, que empezó entregando un pequeño encargo de una casa de su barrio a otra casa de otro barrio más o menos cercano. Recientemente le puso “la cereza al postre” del posicionamiento de su empresa, al ser seleccionado por la Nunciatura de Colombia y la seguridad del Vaticano, para “recoger y entregar” de Chiquinquirá a Bogotá el gigantesco cuadro de la Virgen desmontándolo en el altar de la iglesia de Nuestra Señora del Rosario en Chiquinquirá, e instalándolo en el altar de la Catedral Primada de Bogotá, donde fue trasladado por solicitud expresa del papa Francisco, para bendecirla y en su nombre celebrar una de sus selectas misas en su reciente visita Colombia.
Un trabajo que realizó Servientrega a la perfección y que de paso fue publicitado por todos los medios de comunicación en la que ha sido, tal vez sin proponérselo, la mejor campaña de publicidad que jamás hayan realizado para su empresa, sobrepasando la de las audaces mentes creativas de agencias varias de publicidad.
Si Servientrega “recogió y entregó” el gigantesco y milenario cuadro, se asume que recoge y lleva lo que usted se quiera imaginar de donde se encuentre a su destino final.
En una conferencia sobre emprendimiento en una de tantas universidades que lo invitan como ejemplo de superación, le preguntaron qué le hubiese recoger y enviar en la historia mundial.
"Me hubiera gustado recoger al hombre en la tierra, entregarlo en la luna y luego entregarlo nuevamente en tierra", respondió Chucho, seguido de aplauso cerrado.
Ahora la meta de “chucho” es recoger a Colombia de la postración general en que se encuentra y entregarla un futuro mejor, a ser un mejor país. El vehículo para hacerlo: la silla presidencial.
Sí. “chucho” quiere ser Presidente de la República.
En reciente entrevista radial, fiel a su profesión, entregó el mensaje de que le cabe el país en la cabeza, como un paquete perfectamente empacado por Servientrega.
Entregó el mensaje que no quiere plata, porque le sobra incluso para el resto de sus próximas generaciones.
Entregó el mensaje que como Servientrega, cumple lo que promete.
Entregó el mensaje de su repudio por los políticos y servidores públicos, “enmermelados” por la corrupción.
Más aún, en resumen, entregó el mensaje, que su presidencia como el eslogan de su empresa Servientrega será un “centro de soluciones”.
Por la pésima reputación de los partidos políticos colombianos, Chucho optaría por la recolección de firmas, junto con los otros 30 aspirantes a la presidencia que van por la misma vía. Él tiene una campaña que posee de antemano el conocimiento, la comprensión y la motivación que despierta su marca Servientrega, ya tiene muchísimo terreno abonado.
Una campaña que él mismo financiaría junto a otros emprendedores empresarios, también por gremios e iglesias en todo el país, y que si además es respaldada por todo aquel colombiano que esté asqueado de las roscas y los mismos políticos corruptos con las mismas porquerías, le darían opciones serias de ser presidente.
Recoger y entregar. Recoger firmas que le entreguen la silla presidencial es lo que sabe hacer Chucho, y convertir su presidencia en un “centro de soluciones” es algo que por talento innato domina y sabe como ninguno.
No sé si Chucho sea presidente.
Pero necesitamos uno que tenga la capacidad de recoger a Colombia y entregarla a un mejor futuro.
Ojalá la Virgen de Chiquinquirá nos haga el milagrito.