Hoy los maestros no están luchando únicamente por incrementar sus ingresos y mejorar su sistema de salud, esos objetivos son justos pero insuficientes, y no son coherentes con la política educativa de los gobiernos de los últimos 30 años. La lucha actual de los maestros es mucho más ambiciosa y trascendente para el bienestar de la inmensa mayoría del pueblo colombiano, pues busca nada más y nada menos que asegurar una financiación suficiente para la educación pública, lo que implica echar para atrás el modelo de desfinanciación que se ha venido imponiendo gradualmente según las orientaciones del consenso de Washington y de la OCDE (Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico).
El pasado 24 de mayo en la W Radio, el presidente de FECODE sostuvo un debate con Daniel Raisbeck, un político que ha sido candidato a la alcaldía de Bogotá y a la Cámara de Representantes, y que es vocero del autodenominado “Movimiento Libertario”. Conocer el discurso de Raisbeck es sumamente importante, pues éste expresa de forma descarnada cuáles son los objetivos de los fundamentalistas del “libre” mercado, objetivos que nuestros hipócritas gobiernos comparten plenamente, pero que siempre se cuidan de ocultar tras su desgastada demagogia.
En el punto fundamental de la financiación de la educación pública, Raisbeck ofrece cifras descontextualizadas para justificar el modelo neoliberal de desfinanciación. Según él, la financiación de la educación pública en Colombia es más que suficiente, pues el Estado le destina el 4.5% del PIB, mientras que en Hong Kong sólo se destina el 3.4%, en Japón el 3.8% y en Singapur el 3.3%.
Lo que no dice Raisbeck es que:
Según cifras aproximadas del 2015, en Colombia se destina el 4.5% de 292 mil millones de dólares, para atender a una población de casi 50 millones de habitantes. En Hong Kong se destina el 3.4% de 309 mil millones de dólares, para atender a una población menor a 8 millones de habitantes. En Japón se destina el 3.8% de 4 billones de dólares, para atender a una población de 127 millones de habitantes. Y en Singapur se destina el 3.3% de 292 mil millones de dólares, para atender a una población menor a 6 millones de habitantes.
A las cifras hay que darles un contexto, tanto económico, como social e histórico. Los trabajadores colombianos no podemos caer en las falacias de los enemigos de la educación pública. Los derechos de los maestros no son privilegios, privilegio es ser dueño de colegios, recibir dinero de la nación y sobreexplotar a los maestros para lucrar con un derecho fundamental de los colombianos.
¡VIVA EL PARO NACIONAL DEL MAGISTERIO!