El Congreso no aguantó más las fuertes lluvias de los últimos días y terminó inundado. Los techos se desplomaron y por lo menos seis oficinas quedaron afectadas por el agua que abrió paso dentro del capitolio. Una de las oficinas más afectadas habría sido la de la representante a la Cámara Juanita Goebertus.
Pero ese no es el único problema en el Congreso. También se supo que la Cámara de Representantes no renovó el contrato del antivirus y ahora varios congresistas andan con problemas en sus computadores.