Algunos gremios productivos del país han señalado que tras ocho días de paro nacional presentan pérdidas por más de $350.00 millones y que la actividad comercial se redujo, según Fenalco, por lo menos en 40%. Sin embargo, el país ha tenido innumerables pérdidas con más de dos décadas de neoliberalismo.
Para refrescar la memoria, desde que entró en vigencia el TLC con Estados Unidos, hace siete años, Colombia había perdido $19,9 billones en comercio para el 2018. En ese mismo año, se importaron 9 millones de toneladas de alimentos desde Estados Unidos, superando así nueve veces las exportaciones a dicho país, lo que provocó grandes pérdidas en sectores de producción como el maíz, leche, arroz y carnes, entre otras.[1]
En materia laboral, para el primer trimestre del 2019 la economía destruyó alrededor de 775.000 puestos de trabajo, una cantidad que no se veía desde finales del año 2008. A esto se suma que la tasa de desempleo alcanzó un 10,3% a nivel nacional, para las mujeres alcanzó un 13% y para los jóvenes alcanzó 18,5%, según el Dane.
Según Transparencia por Colombia se han perdido más $ 17 billones en los últimos dos años por corrupción y la nueva reforma tributaria de Duque contempla exenciones tributarias por más de $ 9,4 billones, según el Ministerio de Hacienda.
La receta del libre comercio aplicada gobierno tras gobierno nos ha dejado como uno de los países más desiguales del planeta. Por ende, el paro nacional es la expresión más genuina de que la sociedad colombiana se cansó de cargar con los costos de un fallido sistema económico que destruyó el empleo, el agro, la educación, la salud, la industria y la calidad de vida.
Mientras el gobierno de Duque se empeñe en estigmatizar la protesta social y reprimir las movilizaciones masivas y pacíficas, la gente seguirá en las calles porque no tiene nada más que perder y así el sonido de la cacerola retumbará hasta que el presidente los escuche.
[1] Balance del TLC con Estados Unidos: Siete Años. May.14.19. UTL, senador Jorge Enrique Robledo.