¿Por qué se fueron las industrias?

El sector industrial a nivel nacional está atravesando por una grave situación. Según los pronósticos del ministro Mauricio Cárdenas, la industria crecería en 2016 un 7,5% pero los presagios fueron todo menos acertados ya que el crecimiento industrial del año pasado fue de solo el 3.5%, y si no se tiene en cuenta la refinación del petróleo, el crecimiento fue de apenas el 0,5%.

Villamaría fue uno de los municipios con mayor desarrollo industrial de Caldas, sin embargo, desde mediados de la década del 90 ha padecido un lento proceso de desindustrialización, el cual se ha materializado en el cierre de empresas como Colbateco S.A., Trefilados, Esmaltados la Montaña, Coveta, Gases de Caldas, entre otras, empresas que incentivaban el desarrollo de la economía municipal y generaban empleo de calidad. Según el Censo Empresarial de Villamaría en 2010 estaban registrados 962 establecimientos mientras que en 2016 se identificaron 884, lo que significa una reducción del 8.1%. Partiendo de estos datos, se podría decir que al reducirse el número de establecimientos en los últimos 6 años, la creación de los mismos podría ser baja o nula pero caso contrario, Villamaría registra las mayores proporciones de establecimientos de comercio recién creados en toda la subregión centro sur del departamento, ya que más de la mitad tienen menos de cinco años de haberse abierto al público, clara evidencia de lo fluctuante que puede llegar a ser el sector y de las dificultades que existen para lograr consolidar y estabilizar un negocio.

Las cifras del estudio muestran que el sector industrial ha tenido un incremento del 5% durante el último lustro en la economía municipal, sin embargo, en este mismo periodo se cerraron empresas importantes, de talla nacional e internacional, que ofrecían más de 50 empleos directos, como Varta (más de 90) y Trefilados de Colombia (más de 50). El crecimiento se ha basado entonces en micros y pequeñas empresas, que por supuesto hay que apoyar e incentivar, pero que no generan más de 15 empleos directos, reducen sus activos cada año y padecen una asfixia tributaria que no garantiza su permanencia en el municipio. A la par de los vaivenes de la industria, el comercio se ha destacado en los últimos años como el sector que más le aporta a la economía municipal pero que también padece dificultades toda vez que se han disminuido el número de establecimientos abiertos, no ha contado con un respaldo serio y decidido por parte de las distintas administraciones municipales y presenta problemas y adversidades como la informalidad y la escasa organización para defender los derechos de los trabajadores.

Y aunque hubo un incremento en el número de establecimientos en industria, lo cierto es que esto no significó un incremento en la actividad productiva y económica del municipio, tampoco en la capacidad adquisitiva de los habitantes, ni mucho menos en el empleo, pues en promedio cada establecimiento del municipio emplea a tres personas. En 731 establecimientos de Villamaría se emplean una o dos personas, mientras que en 122 establecimientos adicionales se ocupan entre tres y diez personas. Sólo 31 de los 884 establecimientos del municipio (3,5%) emplean a más de diez personas, sumando un total de 2.871 personas empleadas, cifra demasiado baja, más aun cuando tenemos en cuenta que solo la población de jóvenes asciende a casi 15.000 personas.

La política económica de los últimos gobiernos nacionales, profundizada hasta la saciedad por el Presidente Juan Manuel Santos ha lesionado gravemente a la economía de Villamaría. A esto hay que sumarle que los gobernantes locales, con el argumento de desarrollar el turismo como motor económico de la municipalidad, actividad que además de ser una excelente alternativa económica tampoco ha contado con el apoyo necesario, poco o nada han hecho para contrarrestar la desindustrialización, el desempleo y la inestabilidad comercial.

Los villamarianos estamos cansados de que los mismos de siempre hagan y deshagan en beneficio de unos cuantos y en contra de las mayorías. Urge que a la par del desarrollo del turismo, se fortalezca el aparato productivo y se generen las condiciones necesarias para que la industria nacional vuelva y se creen los empleos de calidad que tanto necesita nuestro municipio.

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