A los 80 años murió el "último de la generación de los grandes directores de orquesta" como lo consideraban muchos. El italiano se fue después de padecer un cáncer de estómago durante 13 años que en ese momento se consideraba incurable. Por su constante lucha contra la enfermedad, después de los esporádicos conciertos que seguía ofreciendo el público gritaba "Abaddo es inmortal". Abaddo fue un músico políticamente de izquierda y hacía música abierta y sin artificios. Durante 20 años estuvo al frente de La Scala de Milán durante casi dos décadas, ocho fue el titular de la Sinfónica de Londres (1978-1986) y 13 (1989-2002), de la Filarmónica de Berlín. A pesar de que pedía que no lo llamaran maestro fue imposible concederle esta petición porque su compromiso con la música clásica lo hizo un hombre digno de este calificativo.
A continuación en video Mozart Requiem-Lacrimosa: