Treinta asesinados, veintiséis amenazas, la destitución ilegal de su principal dirigente, montajes judiciales, y estigmatizaciones; y aun así el ministro de defensa Juan Carlos Pinzón, atreve a decir que, "no hay ninguna organización que pueda ser perseguida en Colombia, todo lo contrario la razón de su existir es porque hay unas garantías para sus actividades".
El tan mencionado viacrucis
Aunque el lanzamiento oficial de Marcha Patriótica fue en abril de 2012, éste Movimiento ya venía aportando a la reconstrucción social y popular del país, desde el 2010, y desde ese entonces empezaron a caminar por ese “viacrucis”, que con el pasar de los años se ha hecho más difícil.
Desde el principio el ejercicio político de Marcha ha sido muy acogido por las llamadas “gentes del común” y lo que hay que reflexionar es la verdadera intensión de cada uno de esos cinco patrones de persecución (1- El lenguaje estigmatizador y el uso de medios de comunicación masivos para criminalizar el proceso organizativo. 2- La amenaza directa por parte de grupos paramilitares y militares a líderes y organizaciones sociales que hacen parte de Marcha Patriótica. 3-El asesinato de dirigentes locales y regionales en distintas zonas del país. 4 -Las detenciones arbitrarias de integrantes de la Marcha Patriótica y miembros de sus estructuras directivas, a través de recurrentes montajes judiciales. 5-La muerte política de nuestra vocera nacional de Marcha Patriótica Piedad Córdoba Ruiz) denunciados en días anteriores por la vocera Piedad Córdoba, pues las personas que ya no están físicamente en éste Movimiento eran luchadores incansables de la verdad, eran líderes campesinos, que lo único que reclamaban era su derecho a trabajar su tierra y a defender sus derechos como colombianos.
El plan no es algo nuevo, es la misma forma de exterminio que se dio en los años 80 con la Unión Patriótica. Sea el caso recordar la caricatura del candidato presidencial de la UP, Bernardo Jaramillo Ossa, que publicó La Patria el 22 de marzo de 1990, con una lápida colgada en el cuello, que utilizaba el mismo señalamiento que le han hecho a Marcha (como el brazo político de las FARC- EP). Ese mismo día, en el aeropuerto de Bogotá, un sicario lo ametralló hasta la muerte; ahí están los magnicidios políticos y el papel de la prensa: similitudes en los casos mencionados anteriormente.
¿Será posible hacer paz, sin verdaderas garantías?
La falta de garantías políticas amenaza no sólo la existencia de Marcha Patriótica, además pone en riesgo la vida e integridad de las personas que hacen parte de ella. No es posible estar pensando en Paz cuando al pensamiento diferente lo encarcelan, lo asesinan y lo inhabilitan, y entonces ¿cuál democracia? Si líderes como Francisco Toloza y Huber Ballesteros (miembros de la Junta Patriótica) están condenados por rebelión sin haber empuñado jamás un arma y además ser señalados por la fiscal (Adalgisa Neira Palacio) que lleva su proceso como “peligrosos por sus ideas “, además de que sus procesos han sido dilatados de manera constante, las audiencias aplazadas, falsos testigos y varias excusas que lo único que buscan es seguir retardando los procesos.
De ésta manera no se puede pensar en la solución de un conflicto social y armado que lleva más de cincuenta años, e intentar buscar la Paz si la democracia sigue siendo un término ajeno a nuestro país. Se necesita la voluntad del gobierno Santos para construir la Paz, y para construir País donde haya democracia real.
