La red académica por el derecho a la alimentación y nutrición adecuadas señaló en un comunicado su preocupación por la garantía de ese derecho en medio de la actual crisis del COVID-19.
Según indica el pronunciamiento: "resulta inconcebible que la agricultura campesina, familiar y comunitaria, que tiene la capacidad de producir hasta el 70% de los alimentos que requiere el país, no haya recibido en medio de esta crisis el apoyo ni las condiciones oportunas y suficientes para cumplir con esta labor fundamental. Cientos de organizaciones campesinas y comunitarias han hecho un llamado para que el Estado atienda las demandas históricas y estructurales de este sector, y para que genere vasos comunicantes entre los productores rurales y los sectores urbanos, especialmente los más vulnerables que hoy pasan hambre".
También señala que el Estado, "en contraposición, resalta el papel preponderante que se le ha dado a la agroindustria y a las grandes cadenas de producción y comercialización de comestibles, que han tenido amplias facilidades para contratar las ayudas alimentarias con el gobierno nacional y local, ayudas que en una preocupante proporción no incluyen alimentos reales, y en cambio abundan en productos comestibles ultra-procesados (PCU), cuyo aporte nutricional se caracteriza por contener excesos de nutrientes críticos y sustancias que hacen daño a la salud. Además están siendo asociados al desarrollo de enfermedades crónicas. Situaciones como esta ponen de manifiesto que la ayuda alimentaria no puede continuar viéndose como si fuese una acción remedial o un servicio (asistencialismo, favor del Estado), sino que debe ser asimilada, en efecto, como una respuesta de emergencia, que debe hacer parte de medidas más amplias, orientadas a garantizar el derecho a la alimentación, independientemente de que hayan o no situaciones de desastres o crisis humanitarias”.
La red
Según comentó Mylena Gualdrón, nutricionista, magister en seguridad alimentaria y nutricional, especialista en análisis de políticas públicas e investigadora de la línea de nutrición de FIAN Colombia: "la red académica del derecho a la alimentación y nutrición adecuadas es un espacio que reconoce la pluralidad de conocimientos y busca la defensa del derecho humano a la alimentación apoyando las luchas de las comunidades y los movimientos sociales".
También mencionó que dicha red concibe la alimentación como un derecho que las personas pueden exigir para sí mismas, sus familias y comunidades, no como un asunto de caridad o asistencial. "La alimentación tiene que ver con asegurar los medios productivos y formas de vida que hagan posible una existencia plena y con dignidad", sentenció.