Un libro bastante vendido en el país actualmente se llama Historia mínima de Colombia del filósofo e historiador Jorge Orlando Melo. En mi proceso de lectura encuentro los siguientes comentarios que procedo a parafrasear: Después de que en 1814 Fernando VII recuperó el trono de España se organizó una expedición hacia Caracas y la Nueva Granada. Expedición encabezada por Pablo Morillo, que recuperó Caracas y posteriormente viajó a Cartagena y luego, en 1816, ya estaba en Santafé de Bogotá.
Luego de muchos intentos de establecer una administración independiente con mayores garantías para la adquisición de predios, y con luchas constitucionales tendientes a la declaración del derecho de los hombres a la propiedad, la seguridad, la libertad, la población no se había definido por la independencia.
La independencia implicaba estar protegidos por el apoyo de una organización tradicional con derechos limitados y predecibles en lugar de un gobierno, administrado por los locales con propuestas de igualdad para los indios. Propuestas que incluían el reparto de los resguardos a los indígenas para hacerlos propietarios, y que implicaba la pérdida del poder de los caciques. En contra de las propuestas de igualdad y bien común, muchos caciques decidieron apoyar a los españoles.
La formación en historia es fundamental para comprender cuál ha sido el devenir nuestro como nación. Como sociedad que define sus líderes a partir del respaldo en las urnas es oportuno cuestionarse: ¿se está anteponiendo los intereses particulares frente al bien común?, ¿se está dando el apoyo a los caciques a costa de los derechos humanos?, ¿cuál es la historia de los caciques que se hacen con el apoyo nuestro en las urnas?
Adicionalmente, ¿es necesario mantener la “organización tradicional”?, ¿qué garantías ofrece la “organización tradicional” como para seguirla apoyando? Considero que es delicado anteponer, de manera egoísta, los intereses particulares a los derechos humanos puesto que está por encima la vida del ser humano. He ahí la importancia de hacer de la formación un pilar para la construcción de una sociedad democrática.
La formación en historia convoca a discernir sobre los orígenes del estado social de derecho, a identificar la importancia de un voto libre. La formación ética convoca a no brindar apoyo a sectores enlodados en procedimientos que van en contra de la vida. La formación en derecho exige a poner los derechos humanos como prioridad frente a privilegios mantenidos por tradición. Y muy importante aún, la formación en política convoca a la tolerancia y el respeto por la opinión del otro y también a la discusión con argumentos y al debate con fundamentos.
Historia mínima de Colombia. (2017). Jorge Orlando Melo. Turner publicaciones.