Es preferible que lo que están haciendo ahora lo hubieran hecho al principio de la pandemia.
Seguramente, la protección de rebaño nos habría llegado más rápido y no se habría atentado contra la economía.
Encerrarnos parcial o totalmente fue una canallada contra todos y con la economía. En últimas siempre, pagamos los platos rotos.
Después de 17 meses de comerse el presupuesto o repartirlo, quién sabe a quién o quiénes, el mensaje es muy claro: "Muérase si quiere, no hay dónde atenderlo"... Aunque creo que nunca lo hubo.
Ahora tenemos 25.000 infectados oficiales, más de 100.000 muertos y el rancho ardiendo, según las cifras oficiales, aunque no tiene nada de raro que estas sean la tercera parte de la realidad.