Herbin Hoyos hizo de su carrera de periodista un apostolado en defensa de los secuestrados, después de vivir en carne propia ese flagelo por parte las Farc en el año 1994.
Una vez quedó en libertad se dio a la tarea de crear el programa Las voces del secuestro, trasmitido por la emisora Caracol Radio todos los domingos al amanecer. Este se convirtió en un espacio desde el cual familiares enviaban a los secuestrados mensajes de aliento y esperanza.
De otro lado, Hoyos se convirtió en coordinador de la Federación Nacional de Víctimas de las Farc (FEVCOL), organismo no gubernamental, desde donde clamaban por la liberación de todos los secuestrados. Desde ahí promovió caravanas de motociclistas por todo el país y en varios países del mundo denunciando el horror del secuestro.
La labor realizada por Herbin Hoyos a favor de los secuestrados y sus familiares ha merecido del reconocimiento nacional e internacional, otorgándole varios premios.
Ahora bien, conociendo la trayectoria de este periodista y acudiendo al compromiso profesional del comunicador social de servir y defender los intereses de la democracia, más allá de cualquier adhesión a gobiernos, partidos o instituciones, sorprende el audio que viene circulando en redes sociales, donde exhorta a ciudadanos a generar actos violentos de rechazo contra la dirigencia del movimiento político de las Farc en eventos programados por ese movimiento político, surgido de los acuerdos de paz de la Habana; aceptando que ha tomado parte y apoyado los hechos acontecidos en Armenia y Florencia.
La responsabilidad del periodista es relevante en la actual coyuntura política y social del país, más en medio de una sociedad polarizada entre quienes abogan por un país reconciliado y en paz, y quienes insisten en ahondar en los odios y la intensificación de la confrontación entre compatriotas. El código de ética del periodista tiene como propósito “señalarles unos principios de conducta fundados en los valores éticos de la profesión como base del compromiso de todos los que tienen responsabilidad en el proceso de informar, con objetividad e imparcialidad".
En ese orden de ideas, el actual proceso electoral se ha convertido en el peor escenario para desahogar los sentimientos de rabia y odio entre colombianos, utilizando las redes sociales como el medio más propicio para desinformar y promover la confrontación verbal y violenta entre los seguidores de los diferentes candidatos a la presidencia.
La labor humanitaria desarrollada por más de 20 años por el señor Herbin Hoyos se ve hoy empañada con acciones reprochables, dirigidas a agredir a personas que en el pasado le generaron daño al privarlo de su libertad, secuestrándolo.
Es legítimo que las víctimas del conflicto expresen su rechazo contra quienes le causaron dolor; pero la vía no puede ser alimentando el odio entre compatriotas y promoviendo hechos violentos contra quienes decidieron dejar el uso de las armas como instrumento político y se sometieron al escrutinio público para defender sus propuestas políticas. El debate electoral es el escenario de participación política más propicio para que los ciudadanos manifiesten y califiquen las actuaciones de los señores de las Farc en su pasado de guerra. Los resultados que obtengan en estas elecciones van a ser el mejor juicio político que se le puede hacer a la dirigencia de las antiguas guerrillas de las Farc.
Si llega a ser cierto que está fomentando acciones dirigidas a sabotear e insultar a los dirigentes de las Farc en los eventos políticos convocados por sus seguidores en diferentes regiones del país, debo decir que se equivoca el señor periodista Herbin Hoyos y que le falta a la ética profesional. La tolerancia, el respeto y la confrontación en el campo de las ideas deben ser los principios que caractericen el actual proceso democrático electoral.