El presidente Juan Manuel Santos canceló un viaje que tenía programado a la ciudad de Montería, según fuentes oficiales, sufre de una otitis aguda que le impide viajar. Recordemos que días antes de su posesión estuvo, al parecer, agripado.
Un colombiano de la edad del presidente -63 años- es “normal” que tenga épocas de baja de defensas y recurrentes virus e infecciones. Tal vez lo que más nos preocupa, respecto a su salud, es que en 2012 fue diagnosticado con cáncer de próstata.
¿Se encontrará bien el presidente?
Eso sólo lo sabe él. Ojalá que, junto con su familia, tenga la valentía para afrontar cualquier situación que se pueda presentar. Expongo mi opinión considerada, amparado por el argumento de los efectos del poder, muchas veces el afán de perpetuarse en la historia es más fuerte que la vida misma.
Sería bueno, con el respeto que el presidente se merece, diseñar una comisión médica que permanentemente verifique su estado de salud. Es absolutamente necesario y oportuno para la opinión pública saber cómo se encuentra la persona que nos representa ante el mundo, el hermetismo sobre lo que le sucede es la posibilidad de especular como hasta hoy se ha hecho. Aclaro, apelando a la suspicacia de los lagartos, ávidos de poder, que no se trata de repetir lo que sucedió con Angelino Garzón, cuando tuvo los quebrantos de salud fue sometido a una especie de “bullying” para que renunciara.
Mi propuesta se basa en la dignidad y el respeto por lo que representa la figura del presidente en Colombia, se debería pensar en una comisión médica que semestralmente lo examine –en reserva-, por ejemplo bajo la supervisión del presidente de Congreso o la vicepresidencia. Hay que abrir el debate.
@zamivar