Por Mauricio Enrique Ramírez Álvarez
Administrador Publico
Riohacha
EL Director del Departamento Administrativo de Planeación de La Guajira y Secretario Técnico del Consejo de Política Social, Dr. CESAR ARISMEDY MORALES presento el día 24 de Febrero de 2014 una DENUNCIA PENAL ante la Fiscalía General de la Nación en contra del Instituto Colombiano de Bienestar Familiar, el Ministerio de la Protección Social, la Superintendencia Nacional de Salud, el Instituto Nacional de Salud, las EPS del Régimen Contributivo y Subsidiado, la Red Prestadora de Servicios de Salud, entre ellas las IPS Indígenas y los operadores públicos y privados que administran los Programas de Seguridad Alimentaria, ente otras entidades, por la presunta violación sistemática de la vida, la integridad física, la alimentación equilibrada, la salud y la seguridad social de los niños y niñas del Departamento de La Guajira, derechos consagrados en el artículo 44 de la Constitución Política de Colombia, la Convención sobre los Derechos del Niño adoptada por la Asamblea General de las Naciones Unidas y en especial los derechos consagrados en el Código de la Infancia y la Adolescencia.
El Denunciante solicita se inicie las investigaciones pertinentes y establezca los responsables que haya lugar, por la violación constante e indiscriminada contra los derechos de los niños y niñas del Departamento de la Guajira dado que la Familia, la Sociedad y el Estado tienen la obligación de asistir y proteger al niño para garantizar su desarrollo armónico e integral donde los derechos de los niños prevalecen sobre los derechos de los demás.
De acuerdo con un estudio diagnóstico realizado por el Departamento Administrativo de Planeación de La Guajira, apoyado por la Secretaria de Salud Departamental, denominado “EVALUACIÓN Y SEGUIMIENTO MORBI – MORTALIDAD Y BAJO PESO AL NACER POR DESNUTRICIÓN DEPARTAMENTO DE LA GUAJIRA”, se pudo evidenciar múltiples casos de vulneración de los derechos de los niños, tanto a la vida, la integridad física, la alimentación equilibrada, la salud y la seguridad social, al identificarse numerosos casos de mortalidad y morbilidad por desnutrición de la población infantil, especialmente indígena, denotándose ante ello una clara negligencia de parte de los que tienen asignada una responsabilidad tanto directa como indirecta de velar y salvaguardar sus derechos.
Históricamente el Departamento de La Guajira ha venido ocupando los deshonrosos primeros lugares en el país con las tasas más altas de morbilidad y mortalidad infantil, cifras que se repiten año a año sin que las acciones desarrolladas por todos los actores que participan en el proceso logren generar una tendencia clara a su reducción.
La mayoría de los casos de mortalidad y morbilidad infantil identificados corresponde a niños y niñas de la etnia indígena wayuu que habitan en la Sierra nevad de Santa Marta y la Media y Alta Guajira
Para los efectos, la denuncia relaciono 199 casos con nombre propio de niños que murieron a causa de desnutrición severa durante los años 2008, 2009, 2010, 2011 y 2013, faltando datos del año 2012.
Igualmente relaciono una lista de 80 niños identificados con desnutrición que podrían morir si no son intervenidos prontamente, indicando adicionalmente las zonas que de acuerdo con los estudios podrían producirse las próximas muertos..
La denuncia también hace hincapié en que las cifras de morbimortalidad infantil por desnutrición podrían ser mucho mayores dado que muchos indígenas no alcanzan a llevar a sus niños a los centros asistenciales y por lo tanto al momento de su fallecimiento proceden a enterrarlos en sus cementerio tradicionales sin que el Estado y la Sociedad se de cuenta de estos casos.
Una de las conclusiones que presenta la denuncia es que La Guajira no cumplirá las metas del milenio adoptado por las Naciones Unidas y del cual Colombia es parte, donde se asumió la meta de reducir en dos terceras partes la mortalidad de niños menores de cinco años antes del año 2015.
Dice la denuncia que es insólito que estando muchos de estos niños cubiertos por un régimen de seguridad social, se haya permitido su defunción, lo cual indica una negligencia total sobre los mismos.
Dentro de la denuncia se resalta que las EPS deben obligatoriamente realizar acciones de “Demanda Inducida” “Detección Temprana” y “Protección Específica” que le garanticen a sus afiliados el acceso a las actividades procedimientos e intervenciones de protección en salud, pero que de acuerdo a los resultados observados esto no se está haciendo.
Dentro de los múltiples problemas que se presentan, quizás los más preocupantes son:
1. Desconocemos la geolocalización real de las comunidades indígenas y rurales del Departamento, y por lo tanto, resulta imposible planificar la actuación sobre las mismas.
2. No existe un censo georeferenciado de comunidades indígenas y rurales en el Departamento que permita su ubicación, evaluación y seguimiento,
3. La alta tasa de dispersión de las comunidades indígenas que dificulta su protección.
4. La dificultad real que tienen los indígenas para trasladarse a los centros hospitalarios, ya sea por inexistencia o mal estado de las vías, o las grandes distancias a sortear, en especial en época de invierno.
5. Muchos de estas comunidades no están siendo impactadas por los programas estatales
6. El problema de mortalidad infantil no se circunscribe solo a la desnutrición, sino que se multiplica muchas veces por otras causas, muchas de ellas prevenibles. Para el año 2013 el DANE (con cifras parciales) reportó 329 muertes infantiles (fetales y no fetales) de las cuales solo 35 (11%) son por desnutrición, de las restantes 294 (89%) muchas eran prevenibles.
7. El fenómeno de desnutrición no se da solo en los niños menores de 5 años sino en todo el núcleo familiar, incluido la tercera edad.
La denuncia evidencio que la desnutrición no solo se da en la población infantil sino en todo el grupo familiar, afectando por lo tanto a las mujeres gestantes y lactante. Adicionalmente, se evidenció que por cada cuatro niños menores de cinco años que fallece por desnutrición, fallece un anciano por la misma causa.
MORTALIDAD MENORES DE CINCO AÑOS
2008 2009 2010 2011 2012 2013 TOTAL PROMEDIO
Desnutrición 66 58 52 32 35 35 278 46
Otras causas 399 430 535 558 475 294 2691 449
TOTAL 465 488 587 590 510 329 2969 495
Fuente DANE
El Estudio también evidenció que de cada 100 niños que nacen en el Departamento, en promedio el 30% presentan problemas de bajo peso o sobrepeso al nacer, situación que pone en riesgo su vida, crecimiento y desarrollo, lo que indica deficiencias en el control de embarazo.
Sobre los programas de SEGURIDAD ALIMENTARIA que adelanta el ICBF, el Departamento y los Municipio consistente en la entrega de mercados, el Director del DAP señala que sus resultados son inciertos, y que a la larga no son la solución real para esta población, dado que los recursos son escasos frente a la magnitud de las necesidades, es decir, las ayudas no alcanzan para la totalidad de la población, adicionado al hecho de que se desconoce el impacto que los mismos están teniendo en la población porque no se hace seguimiento y control efectivos a los mismos.,
Una particularidad de la modalidad de entrega de mercados, es que pese a que está dirigida a niños, en la realidad la consume todo el grupo familiar, desde niños hasta los ancianos, dado que las condiciones de pobreza y hambre es la misma para un niño que para un adulto.
En este sentido, el Director del DAP señala que para dar una solución alimentaria real, se debe trabajar en la autosuficiencia alimentaria a mediano y largo plazo, área en la que debe trabajar fuertemente la Nación a través de sus Ministerios de Agricultura y Comercio, entre otros.
Las consecuencias de desnutrición, durante la infancia y la edad preescolar se asocian con retardo en el crecimiento y el desarrollo psicomotor, mayor riesgo de morbilidad con efectos adversos a largo plazo, incluyendo disminución en la capacidad de trabajo físico y en el desempeño intelectual en la edad escolar, la adolescencia y la edad adulta, lo que repercute en la capacidad del individuo para generar ingresos.
Incluso incrementa la propensión a enfermedades como obesidad, diabetes, hipertensión, dislipidemias e incapacidades.
Más aún, la desnutrición durante los primeros años de vida, a través de sus efectos adversos en el crecimiento durante la infancia de las mujeres, tiene efectos negativos en el peso al nacer de la siguiente generación.
Los estragos que provoca la desnutrición que se padece en la infancia son los más lamentados por una sociedad, ya que en esta etapa el mayor impacto lo sufre el cerebro del niño, en el que se producirán alteraciones metabólicas y estructurales irreversibles.
El cerebro es el órgano que más rápidamente crece: en los primeros meses lo hace a un ritmo de 2 mg por minuto. Pesa 350 g cuando nace el ser humano y llega a los 900 g en 14 meses. Este peso equivale al 80% del peso del cerebro del adulto. Cuando hay desnutrición infantil no sólo se detiene el crecimiento cerebral, sino que, además, hay una atrofia del cerebro y el espacio es ocupado por líquido cefalorraquídeo.
Asimismo, la suerte del sistema nervioso central está determinada en los primeros años de edad, más exactamente en los primeros 18 meses. Si durante este tiempo no recibe una adecuada ingesta de nutrientes, el niño se transformará en un débil mental y en el futuro poco podrá hacerse para revertir esta situación.
La desnutrición genera entonces daño cerebral permanente en este lapso y con ello producir retardo del crecimiento antropométrico, cognitivo, emocional y en las funciones intelectuales por reducción del número y función de las células gliales, retardo en el crecimiento de dendritas, alteración en la sinaptogénesis y defectos en la mielinización.
Además, de la desnutrición infantil, están presentes las deficiencias por micronutrientes en niños menores de 5 años, la anemia por deficiencia de hierro, junto con la desnutrición crónica, son los problemas nutricionales de mayor prevalencia en el país.
La deficiencia de hierro inhibe la habilidad de regular la temperatura cuando hace frío y altera la producción hormonal y el metabolismo, afectando a los neurotransmisores y las hormonas tiroideas asociadas con las funciones musculares y neurológicas, reguladoras de la temperatura.
La anemia afecta principalmente a mujeres embarazadas y a los niños menores de 2 años, en estos últimos, los daños ocasionados por anemia son irreversibles, aún después de tratamiento. Los niños que presentan anemia en los primeros años de vida sufrirán retardo en el desarrollo psicomotor, y cuando lleguen a la edad escolar su habilidad vocal y su coordinación motora habrá disminuido significativamente