Por supuesto que sí, cultural y económicamente hablando esta celebración con más de 60 años de tradición se ha convertido en insignia de la capital vallecaucana a nivel mundial. Claro, es necesario tener en cuenta la inversión y revisar el retorno de lo que se invierta.
Sin embargo, una feria que viene generando alrededor de 8.000 empleos directos y recursos para la ciudad del orden de $300.000 millones cada año no solo merece continuar, sino que es preponderante evaluar otros escenarios por medio de los cuales siga siendo uno de los principales motores de la economía de la ciudad durante el fin de año.
¿Se debe realizar la Feria de Cali virtual? La respuesta sencilla es si se sabe vender, por supuesto que debe realizarse, sobre todo por todo lo que representa para la ciudad y los caleños.
Las cifras reales evidencian el enorme potencial económico que Cali tiene en las actividades relacionadas con la cultura, el turismo y la diversión, y la feria permite activar todo el aparato productivo local, aporta al fortalecimiento de la cultura y al posicionamiento de la ciudad como destino turístico, pero, además, las cifras, generación de empleo y beneficios económicos para la población de la ciudad son indiscutibles.
El éxito de la feria virtual es una cuestión de marketing y, si se sabe vender, el potencial de una transmisión a nivel mundial es incalculable.