Los despiadados homicidios son el pan que comen cada día los habitantes de la ciudad que tan solo en el 2018 presenciaron cerca de 87 asesinatos realizados de manera violenta. La situación parece casi que salida de las manos por parte de la autoridad local, donde los esfuerzos mas importantes son llevados a cabo por la Policía Nacional que pide a gritos un refuerzo del pie de fuerza.
Solamente 350 efectivos policiales son los que custodian a la capital del Cesar, de los cuales una buena cantidad cumple funciones como infancia y adolescencia, Sijin, permanentes en Cai, entre otros. Lo que deja un sobrante de 62 uniformados por turno vigilando a los 268 barrios de la ciudad. En una capital de 450 mil habitantes vale la pena entrar a preguntarse si ese número alcanza para frenar y controlar la avalancha de hurtos, homicidios y demás delitos que se dan en la ciudad.
¿Se debe militarizar Valledupar, entonces? Por supuesto que sí, enormes estructuras de bandas criminales se han apoderado de la ciudad y han traído consigo violencia y crimen. La opción de militarizar traerá consigo la presencia de un pie de fuerza mas especializado en la lucha contra el crimen organizado, con la capacidad de dar golpes mas efectivos en zonas de la ciudad donde la delincuencia se encuentra altamente concentrada.
Además de eso, cabe anotar que la ciudad se encuentra por debajo del estándar internacional presentado por la Organización de las Naciones Unidas, que afirma que por cada 100 mil habitantes debe haber 100 uniformados. Se necesita entonces un aumento del pie de fuerza presente en la ciudad y que mejor manera de integrar a la defensa de la seguridad de los vallenatos al Ejército Nacional. Es importante anotar que esta nueva fuerza que hará presencia en la ciudad debe venir preparada en las mejores prácticas de seguridad ciudadana para dar una defensa eficaz sobre la capital del Cesar.
Esta propuesta ya ha sido acogida y desarrollada en otros países, donde la presencia policial no es suficiente para detener fenómenos como las bandas criminales, que ya suponen una amenaza para la seguridad nacional. En el caso de Brasil y México, el ejército ya hace parte de la custodia de las ciudades mas violentas mostrando resultados favorables en la lucha contra el crimen.
Es clave entender que la inseguridad en las ciudades no se mejora solamente mediante el aumento del pie de fuerza, esta es apenas una medida que debería integrarse a través de otras como la inversión social en sectores claves como el empleo y la educación, que brindan otras opciones diferentes a las personas de la ciudad antes que entrar en la criminalidad. Hoy en los niveles de inversión de Valledupar se evidencia un nivel minúsculo de inversión para estos sectores, que son por excelencia factores de movilización social hacia mejores niveles de vida.