Uno ya no sabe si preguntarse si la culpa es de los medios o de quienes los consumen. Es como la infinita pregunta por "¿quién fue primero: la gallina o el huevo?". Esto lo digo porque reconozco, como editora, que hay industrias del libro que construyen sus nichos de lectores, en cambio hay otras que le siguen apostando a un grupo de lectores específico que se ha hecho desde una lectura profunda y consciente de los libros a los que decide sumergirse. Recreo estos dos escenarios porque me preocupa sobre manera lo que están leyendo los jóvenes de 13 años en adelante.
No es una preocupación netamente negativa, sencillamente me ocupo en pensar antes lo que está invitando a que esa generación se interese tanto por textos como 'Chupaelperro' de Germán Garmendia, 'Youtuber school' de Sebastián Villalobos, 'Las armonía del caos' de Juana Martínez, y ahora, para esta Feria del libro 2019 el famoso y esperado 'Sí, si es contigo' de Calle y Poché. Probablemente usted, que está leyendo estos nombres, me diga 'pero quién es esta gente. No sé ni quién es uno de ellos', y lo entiendo perfectamente. Nombréselos a esa generación de la que le hablo y tenga por seguro que sabrá quiénes son esos youtubers que se han robado toda su atención y, al parecer, su corazón.
Defiendo fielmente la idea de que una editorial debe apostarle a textos que tienen un valor literario importante, que nutren, cambian, transforman, transgreden, voltean, cuestionan y generan disputas importantes de pensamiento. Esperar que un joven se interese de totazo en el 'Beowulf' es imposible, sus formas de entender el mundo de la lectura tal vez no han sido las más acertadas y tampoco los procesos de acercamiento a la misma. Sí es desilusionante que los youtubers tengan el mundo editorial colapsado y bombardeado porque quienes queremos dedicarle la vida a los libros nos vamos dando cuenta de que para sobrevivir en este mundo se necesita un público decidido a invertir; es decir, plata plata plata. El problema es que los pensamientos de élite tampoco funcionan aquí pues no aportan a ideales específicos que permitan que proyectos de promoción a la lectura se generen de forma próspera. Sí, hablo de esto porque una de las prioridades que deberían existir son las herramientas para incentivar la lectura crítica y que abra a la construcción de conocimiento.
El problema está en aquellas personas que se creen cultas e intelectuales por asistir a un evento abierto al público que tiene en su nombre la palabra 'libro'. Sí, las cosas como son. A muchas de las personas les emociona el hecho de asistir a un espacio "culto e intelectual" porque se sigue reproduciendo esa idea de que la lectura, sobre todo la literatura, le corresponde a nichos muy pequeños de la élite colombiana. No generalizo porque no todos hacen parte de ese credo, pero sí una gran parte de la población lo hace. Y lo peor no es eso, lo peor es que a pesar de que sus ideales de intelectualidad están guardados en ese tipo de eventos, sus decisiones adquisitivas son los libros de youtubers que salen al mercado. Y lo digo con este desdén porque, lamentablemente, son textos que están hechos para públicos ya predeterminados. Pensemos en Calle y Poché: ¿cuántos seguidores tienen estas mujeres? Esos millones que se enloquecen por recibirlas y adularlas en un aeropuerto así llueva y relampaguee, en cualquier lugar del mundo al que vayan, son los mismos que se enloquecen al saber que este par de mujeres van a publicar un libro. Solo porque es de ellas lo compran. No por otra cosa. No es necesario nada más. Pero quienes vemos con distancia estas formas de consumir el mercado nos damos cuenta de que el contenido de estos personajes públicos se quedó en la banalidad, no hay profundidad, no hay intención de cambio, se quedan en discursos que no problematizan y se paran allí, se quedan en ellos con el disfraz vagabundo de que "quieren cambiar la forma de ver el mundo". No imagino cómo será el contenido del libro, pero seguramente me sentaré a leerlo para no evitar seguir preguntándome, con terror, qué es lo que realmente la gente demanda leer.