La camarilla comunista cubana ha tenido un comportamiento imperialista en Latinoamérica. Primero, con la Guerra Fría, respaldada por la URSS. Luego, con la llegada de Hugo Chávez al poder en 1999 en Venezuela. A partir de ahí ha desarrollado una intensa actividad en la región para continuar parasitando con los recursos naturales de los demás países, siendo el caso más triste el de la patria de Bolívar con el petróleo; de ahí precisamente que ante el fracaso absoluto que ha tenido el socialismo del siglo XXI con Nicolás Maduro, convirtiendo a Venezuela en el país más pobre de Latinoamérica, el régimen cubano ha puesto los ojos en Colombia para las elecciones del 2022 y así tener una nueva vaca lechera, que mantenga a la isla en caso de un triunfo de la denominada izquierda.
Y es que el régimen cubano ya tiene sus alfiles avanzados en Colombia, puesto que es indudable la cercanía con esa tiranía de los alcaldes de Medellín y Cali, y el gobernador del Magdalena; eso sin olvidar al senador Gustavo Petro y los movimientos políticos y bandas armadas que la respaldan. O sea que la satrapía cubana está esperando el golpe de gracia a la libertad en Colombia que se puede producir en el 2022, en donde las fuerzas totalitarias, utilizando lo que llaman la “democracia burguesa”, se tomarán el poder para convertir al país en una colonia cubana con la respectiva esclavitud política.
En Colombia a las fuerzas del totalitarismo comunista se le pueden facilitar más rápido las cosas para consolidar la dictadura, superando a Venezuela, puesto que Chávez cuando se tomó el poder le tocó organizar a los colectivos en “defensa de la revolución”, asesorado por Cuba, mientras que en nuestro país esos colectivos ya existen, ¿o qué son el Eln y las Farc, a las que les ponen el eufemismo de disidencias? Si eso se concreta, las amarguras del pueblo colombiano con un régimen comunista serán inmediatamente después de que se posesione el gobierno marxista el 7 de agosto de 2022.
Hugo Chávez (1954-2013) como presidente de Venezuela convirtió a ese país en una colonia cubana, en donde la dignidad nacional ha sido pisoteada por la camarilla comunista de la isla y donde Nicolás Maduro es un simple títere de la monarquía Castro. Sin embargo, Colombia no estaría lejos de una situación si en el 2022 elige a un presidente que sea respaldado por partidos o movimientos que hacen parte de la internacional comunista del Foro de São Paulo.
De elegir como presidente a alguien así Colombia se volvería como Venezuela, lo cual suena un tanto generoso, porque creemos que sería peor. Si la pandilla comunista venezolana se ha demorado 21 años para consolidar la miseria total de las masas como condición necesaria para eternizar a la dictadura marxista, siendo la patria de Bolívar riquísima en recursos, en el caso colombiano, donde no hay semejante riqueza como pasa con el petróleo del vecino, fácilmente en poquísimo tiempo habría una situación calamitosa superior.
Nicolás Maduro fue amaestrado por la tiranía de los Castro en Cuba en los años 90 del siglo pasado y en el caso colombiano en un eventual gobierno castrochavista existen miles de militantes comunistas que han sido adiestrados en isla, quienes junto a agentes cubanos cumplirían el papel de persecución y represión hacia el pueblo colombiano, quedando el país a merced de La Habana, como sucedía en la Guerra Fría con las naciones de Europa Oriental que eran satélites de Moscú, con lo que se pierde la soberanía nacional al convertirse Colombia en una colonia de cubana.
Como ya lo dijimos, la influencia cubana en algunos países de la región convierte a la isla en un imperialismo, en vista de que no solo manipula al gobierno de Maduro en Venezuela, sino que de paso tiene fuerte influencia política e ideológica en Nicaragua y en varias islas caribeñas, siendo Colombia a futuro su próxima colonia en la eventualidad de que se elija de presidente a alguien inadecuado. Estamos notificados para que el país no se convierta en otra Venezuela, con consecuencias de pronto peores. Además, Colombia, en un posible gobierno de la llamada izquierda, indudablemente también sería la nueva colonia cubana con todo lo que eso implicaría. Por eso no nos podemos dejar engañar con los cantos de sirena que hablan del “cambio”, dado que ese truco ha sido utilizado en ocasiones por los peores tiranos como sucedió con Hitler, Lenin, Stalin, Mussolini y en Latinoamérica con Hugo Chávez y Fidel Castro, porque el mentado “cambio” que proclama el comunismo totalitario siempre conduce a una dictadura.