María Paz está al lado de Corabastos, en Kennedy, la segunda localidad poblada de Bogotá. Este barrio hace parte de Patio Bonito, un sector que es conocido solo por su peligrosidad. Las calles de María Paz nunca están desocupadas; el movimiento comienza sobre las dos de la mañana, cuando los camiones entran a la central de abastos repletos de comida.
En medio de familias muy pobres que hace parte de los ciudadanos que se levantan a trabajar honradamente todos los días en la reventa de comida en carretas de madera y otros oficios en el sector o lejos de allí, en Mará Paz otros los más peligrosos viven de vender marihuana y perico; y de vender o alquilar armas. Dicen que los que conocen el sector que ni la policía puede entrar con tranquilidad al barrio y que el control lo tienen grupos de exparamilitares, que son los que manejan toda el hampa.
Entre María Paz y Corabastos está el cartuchito, el sector que se tomaron habitantes de la calle que antes frecuentaban el Bronx del centro de Bogotá y que se convirtió en un gran foco de inseguridad para este sector de la ciudad. Aunque la Alcaldía ha intentado recuperarlos, la venta de drogas ilícitas siempre está presenta.
Es también donde los rompevidrios y atracadores y cartereros se camuflan luego de asaltar en las inmediaciones al barrio, donde el silencio de sus habitantes impera ante las amenazas de muerte para quienes hablen más de la cuenta.
La policía ha desarticulado varias bandas dedicadas al hurto y al sicariato, otro de los servicios que se puede conseguir en una de las esquinas de de María Paz, donde hay bandas dedicadas al asesinato a sueldo, muchas de ellas comandadas desde las cárceles por algunas cabecillas capturadas que no han perdido ni perderán su poder.