Del poder todo se espera y, por el poder todo es válido. Pero, en serio, tal planteamiento, dichos o sentencias, como se llamen, deben ser aceptadas y son, en verdad, ¿las más apropiadas para llevar a cabo una campaña electoral? Miren ustedes: ‘todo se espera’ o ‘todo es válido’.
En un país que trata de salir de la violencia creada por el tornado creado por ella, ¿será posible que el certamen electoral opere bajo sus dictámenes, igualmente… violentos? ¿Dizque… la Constitución está vigente y ordena que la paz es un derecho y un deber (art. 22), al tiempo que los gestos de los competidores, que más parecen contendientes de rarísimo pugilato, invitan a la guerra y no propiamente de palabras? Una inaplazable reflexión se debe hacer; es obligación de todo ciudadano y, por supuesto, el derecho por una Colombia, sin que sea mucho pedir, digna.
Qué tal la cosa, como dicen los muchachos: de las chuzadas, es decir, de las interceptaciones a comunicaciones, en el ‘bellísimo’ paraje de Andrómeda, pasamos a la sindicación, óigase bien, a la sindicación por asesoría e intermediación a unos delincuentes que trataban de coger ventaja y, así entregarse; acto seguido, al parecer ni hubo reunión con los reos, ni se tramitó nada y, en suma, la suma de dinero parece que fue no sé qué; pero la sindicación, que es penal, por supuesto, quedó en el ambiente; y se pasa a punto de acusación, como el despido de un grande y correcto Superintendente, supuestamente, por no acceder a los requiebros de firmas de potente significado económico y, que a la postre terminó en una maniobra que posee hoy la atención de la Fiscalía General de la Nación: en la mano, entonces, lobby, intrigas, seducción indebida; y, luego se desestima el tema explicando que se disponía de discrecionalidad para la salida de un funcionario de libre nombramiento y remoción, pero la satisfacción a la ‘explicación’ no parece encontrar asiento en el auditorio; ahí quedó el hecho a inspección pública.
A renglón seguido, como si estuviéramos tomando nota, aparece un monstruo[2], tal cual, el más temido, como el haber recibido dinero del narcotráfico en anciana campaña: ufff, se rompió el molde y, agregando, con especial esfuerzo demostrativo que ‘se tiene información’; grave, gravísimo, el coro grita; pues es grave y gravísimo tanto si resulta cierto, como si resulta mendaz; acto siguiente se invita, como si se tratara de algo social a mostrar las pruebas, cuando se debería obligar a exhibirlas, pero en fin, las ‘buenas maneras’ se imponen, casi un favor cuando es una obligación; respuesta: quien ose solicitar será considerado un orate que rompe el sistema jurídico y, por supuesto, atenta contra quien señala, el semicoro grita: ese hombre está impedido, no da garantías; qué tal, esa sí osadía, quien ordena y ejecuta su función ahora es un troglodita que atenta contra quien debe entregar las pruebas; ¡tamaña locura!, ejercer la función es delito; pero en el ambiente quedan no solo la desobediencia a la justicia sino la posibilidad de una supuesta recepción de dineros; en otras palabras lo que cundió y dejó estela fue una suposición, cobró efectos.
Aspiro a que solo sea una suposición, y que nada se haya entregado, es decir, que se trate de un ejercicio más de la ‘limpia’ política. ¡A lo que llegamos!
Y, a falta del todo lo anterior, un hacker que, habiendo pasado por todas las campañas hace entrada en el teatro de operaciones y, allí Troya, grave grave, el coro vuelve a gritar y, con tanta fuerza que, todos a una… lo desconocen. Nadie se hace cargo del engendro. Y, ahí va la saga.
Será que falta grandeza, ideas y, por supuesto, buscar algo que se acabó o está escasa: la decencia. Colombia debe poner un aviso a su entrada: Se busca… la decencia.
O, nos encontramos en estado de anomía y, allí, que los Santos nos cubran. Ahhh, pero otros Santos.
[1]anomia1. (Del gr. ἀνομία). 1. f. Ausencia de ley. 2. f. Psicol. y Sociol. Conjunto de situaciones que derivan de la carencia de normas sociales o de su degradación. Real Academia Española.
http://lema.rae.es/drae/?val=ANOM%C3%8DA
[2]monstruo.(Del lat. monstrum, con infl. de monstruoso).1. m. Producción contra el orden regular de la naturaleza.2. m. Ser fantástico que causa espanto. (…) 5. m. Persona muy cruel y perversa. (…) Real Academia Española. http://lema.rae.es/drae/?val=moustro