La muerte de Elizabeth Windsor debe instar a todos los seres humanos del orbe a buscar la abolición de la monarquía. El mundo no puede seguir bajo el yugo de estos parásitos, ciegos y sordos frente a los miles de millones seres en pobreza y miseria infamantes...
La nueva imposición tradicional de otro viejo heredero de un clan escandalosamente rico es ofensivo para la civilidad y la democracia; es irrespetar todos los principios igualitarios.
La riqueza de todas las realezas creció a expensas de muchísimos siglos de expoliación a los desfavorecidos del mundo entero, oprimidos y explotados por centurias.
El nuevo monarca en Gran Bretaña no sólo juega un papel decorativo y generador turístico como plantean algunos; su poder es enorme como máximo jerarca de la iglesia anglicana. Él, convencido de ser el representante divino en la tierra, perpetuará el imperialismo británico en todo el orbe si se lo permiten las nuevas generaciones.
Porque los reyes en general viven a expensas de sus súbditos y Charles III, seguirá gozando su riqueza adquirida durante siglos de despojo y sojuzgamiento, crímenes inconfesables y aplastamiento de los débiles, condenando a la más espantosa miseria a millones de seres desposeídos del mundo y nunca hará nada por acabar la infamia.
Inglaterra fue el imperio colonial racista y opresor salvaje por antonomasia. Aliada con dictadores nefastos a conveniencia de su arcaica, corrupta e inescrupulosa existencia. La corona británica es arrogancia magistral del poder y la riqueza mal habida.
Las monarquías persisten, pero en medio de su decadencia creciente, pues son un oprobio a las clases "inferiores", ahora más despiertas que nunca.
Charles III podría pasar a la historia como garante de la democracia, e impulsar la abolición de emiratos, ducados, principados, sultanatos, jeques y todo lo que huela a reinado, por jefes de estado electos en democracia.
Él podría hacer un clamoroso llamado a todos para alcanzar la nacionalización de sus patrimonios, redistribuir y devolver la riqueza expoliada durante milenios, en pago de la deuda que tienen con la humanidad desvalida y sin esperanza.
Pero su inteligencia ni su nobleza de corazón darían para tanto y prefiere morir como decrépito rey. Espero que sea más pronto que tarde...
