Dicen que las crisis llegan para enseñar, para aleccionar, para mover lo que considerábamos estable y empezar a replantear nuestros estilos de vida, pero ¿La crisis que ha generado el Covid-19 ha causado o causará tal efecto?
Nos gusta ser optimistas y pensar que va a ser de ese modo, como cuando pensamos que después de los millones de muertos causados por la segunda guerra mundial la humanidad comenzaría a respetar la dignidad de los hombres. Y nos encontramos hoy con una realidad distinta, después de 1945 la cantidad de conflictos que se han presentado han causado un número cercano de muertos y desplazados al ocurrido durante el periodo 1939- 1945, igualmente se repiten los discursos de odios, de supremacía raciales y nacionales y belicistas (solo escuchen a Trump). Esto nos lleva a pensar que al parecer la humanidad nada aprendió de la crisis existencial y humanitaria generada por la segunda guerra mundial.
Si la catástrofe mencionada no le dejó lección alguna para la humanidad, entonces ¿por qué pensar que una crisis infinitamente menor, por lo menos en cuanto el número de víctimas que pueda dejar, nos enseñe algo? ¿Por qué pensar que esta crisis pueda sacarnos de nuestra normalidad incluso pueda proponer un nuevo modelo de vida?
Algunos optimista creen que este virus ha trastocado todo, que ha hecho posible lo que en otras circunstancias seria imposible, esto es replantear el modelo económico, nuestras relaciones con el medio ambiente y hasta las relaciones entre nosotros. Estos optimista incluso han llegado a considerar que el coronavirus es la oportunidad que nos da (no se sabe bien quien, tal vez la naturaleza misma) para darle a la humanidad la posibilidad de realizar las utopías, esas mismas utopías que se asoman cada vez que todo entra en crisis, y sirven para devolverle al hombre la calma y las esperanzas cuando parecen perdidas.
Por su lado, otros creemos que de esta situación no aprenderemos nada, e incluso, no estamos aprendiendo nada. Esta crisis no representa la palanca que haría posible que el mundo se moviera de forma distinta.
Un día cualquiera nos despertaremos y las noticias nos dirán que todo esto pasó, y entonces nos levantaremos para ir a trabajar, para poder ganar dinero, el cual nos servirá para comprar lo que necesitamos y también para adquirir lo que no es necesario, pero que otros nos dicen que debemos tener para poder vivir bien, ser felices y llevar una vida normal. Así, seguirán nuestras vidas normales, sin lecciones y dejando en el olvido lo que estos tiempos nos pudieron enseñar.
Así, somos los seres humanos, nada nos estremece, añoramos lo normal, o más bien lo que nos han hecho sentir como normal.
Nos gusta compulsivamente lo normal y lo que éste lleva: el desenfreno, la codicia, el estrés, la vanidad, la explotación excesiva de la naturaleza, la injusticia y el sufrimiento. Y no vanos a cambiar nada, si fuera esa la intención, entonces ¿por qué queremos que todo vuelva a ser tan normal como siempre?