El Partido Liberal siempre ha manifestado su respaldo incondicional a los Acuerdos de paz entre el Gobierno y las Farc. Con Duque, la iniciativa de paz del presidente Santos está en peligro.
El candidato de Uribe ha dicho hasta la saciedad que los va a modificar estructuralmente, y esto claramente significa que los va acabar.
No se puede desconocer que hay miles de guerrilleros desmovilizados viviendo en zonas de concentración dispuestas para tal fin, mientras hacen la paz. Estos excombatientes, muy seguramente, preferirían regresar al monte a continuar la maldita guerra, en vez de ir a una cárcel. Desde ya se avizoran ríos de sangre si gana Duque.
En tal virtud, y en esencia, el Partido Liberal deberá apoyar la candidatura de Gustavo Petro y ser consecuente en respaldar los Acuerdos de paz. Sin embargo, ya se dice que esa colectividad apoyaría en segunda vuelta a Duque.
De ser así, el Partido Liberal estaría cavando su propia tumba y sobre todo, traicionando sus principios que se caracterizan por respetar las diferencias, los derechos de las minorías y las libertades, como corresponde a la comunidad Lgbti.
Con Duque, y su gabinete en el poder, los derechos constitucionales adquiridos durante décadas de lucha de la comunidad Lgbti están sujetos a su interpretación bíblica de lo que significa ser persona humana y ser parte de una sociedad pluralista. Y aquí se complica la cosa, porque en Levítico 20:13 la Biblia dice que a los gais hay que matarlos a pedradas.
El Partido Liberal no puede ser ajeno a la decisión histórica que deberá tomar en las próximas horas. Su candidato fue jefe del equipo negociador con el proceso de paz. Si esto no les dice nada significa que con César Gaviria han caído en lo más bajo.
Esta colectividad se equivocó con la consulta interpartidista. El pueblo no es ciego y nunca le perdonó que despilfarraran 40.000 millones de pesos, por eso la baja votación obtenida por un gran hombre como lo es Humberto De la Calle.
Gaviria es un hombre sin escrúpulos, se opuso al café entre Fajardo y De La Calle, lo que hubiera significado que Fajardo estuviera en segunda vuelta. Por eso no es de extrañar que lleve a su partido al abismo al apoyar al uribismo. Amanecerá y veremos...
