¿Se acerca la muerte del rock colombiano?

¿Se acerca la muerte del rock colombiano?

La lucha por mantener al género vivo parece estar perdiéndose. Los músicos, el público, la radio y hasta los bares comparten la culpa. Una crítica

Por: horacio gomez velasquez
enero 06, 2019
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¿Se acerca la muerte del rock colombiano?
Foto: Luis Alvaz - CC BY-SA 4.0

Ver cómo se muere el rock colombiano es realmente triste, si es que acaso hubo rock. Parece que en nuestra nación existieron solo algunos esbozos que hoy recuerdan los nostálgicos en un algún artículo de la revista Rolling Stones Colombia, en un documental del Canal Trece o en alguna entrevista de dos páginas a un músico que perteneció a una generación olvidada.

La lucha por mantener prendida la llama del rock nacional parece extinguirse. De un lado, las personas mayores de cuarenta no hacen más que repetir que antes la música rock tenía apoyo, que todos en la escena eran unidos y que Rock al Parque estaba para el uso de las bandas nacionales del momento. Ahora todo cambió, esos nostálgicos predominan en las altas esferas de la cultura y es por eso que actualmente en cada Rock al Parque se repiten las mismas bandas de hace veinte años, ahora con la excusa de celebrar el aniversario de un disco que sacaron hace mucho y que ya nadie escucha, mamando por siempre la teta del Estado y negándole el espacio a una banda nueva que se lo merezca.

Del otro, la radio comercial siempre está en cualquier evento importante de rock y metal, desde uno privado hasta uno público, haciendo estorbo. Por ejemplo, queda claro que Radioactiva es el hazmereír con su eslogan “la única emisora rock en Colombia” que no le hace mucho honor o ¿vieron  la entrevista de Juan Kiss a Dark Funeral en Rock al Parque?, véanla en YouTube, a eso me refiero.

Por último, y que casi nunca nombran, son los bares de rock de la ciudad, y me refiero a  la ciudad de Bogotá. Es muy vergonzoso ver cómo cada fin de semana se abren nuevos bares y al mismo tiempo se cierran otros, simplemente porque los dueños de los bares no están actualizados en cuanto a rock se supone. Además, miles de bares repiten las mismas playlists, no intervienen con el cliente y aparte parece que ni les gustara el rock and roll. Es necesario que en la ciudad se abra un buen sitio en el que predomine la buena música en el que el tendero sepa más de música, se actualice. Por dios, todos sabemos históricamente que la base importante para fomentar nuevos sonidos fueron los bares de rock.

Parece que la escena musical sangrara, esta cadena de fracaso está dañando a los nuevos músicos. ¿Cómo es posible que sea más llamativo para la gente una banda tributo que una verdadera banda que hace su propia música? Aquí no se obliga a nadie a oír las mil bandas que existen en el país, pero sí a que empiece a descubrir los nuevos sonidos, las nuevas propuestas.

Por otro lado, es triste ver cómo el rockero colombiano se conforma con lo mismo de siempre con Masacre, Aterciopelados y Kraken, que aunque han sido importantes en la evolución del rock y del metal colombiano no propusieron más, se quedaron en el pasado. Por una parte, Masacre se estancó musicalmente, Aterciopelados dejaron de ser rock y Kraken siguió, pero sin Elkin y obviamente nunca serán lo mismo, todo ese cuento respecto al “ultrametal” que se gestó en la ciudad de Medellín y que dio un sin fin de bandas tratando de hacer ruido. ¿Es necesario seguir contando lo mismo? En un tiempo no hubo elementos para hacer música pesada y el ejemplo más claro se ve reflejado en  la película Rodrigo d no futuro. Pero ahora con todos los elementos que tenemos para hacer buena música siga predominando la mediocridad.

Muchas bandas parecen que se quedaron ancladas en esta época y no demuestran nada más, parece que el tiempo los hubiera dejado allí, inertes intactos, es hora de sacar todo lo malo de esta escena de rock colombiana, dejar las malas grabaciones, las malas producciones, las malas composiciones. Los mismos músicos no se critican, todos se echan la culpa entre sí, sabiendo que son ellos los que no generan esa curiosidad a  un público ávido de nuevas propuestas. Ya basta de las mil Masacres, de las mil Reencarnaciones o peor aún de las mil Parabellum. Es tiempo de crear, de fusionar, de experimentar; y no hablo de mezclar rock con sonidos latinos, me refiero a ser originales a jugar un papel fundamental en el desarrollo cultural de un país. ¿Queremos una escena musical como la de Argentina o Brasil? Es hora de empezar a trabajar en serio y la buena música atraerá público. Ya no hay excusas.

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