Un día antes de completar su récord de 70 años en el trono, la reina Isabel II reveló un “deseo sincero” que pareciera hacer parte de su testamento: Camilla, duquesa de Cornwall, la esposa de su hijo Carlos, debe ser, en el futuro, la reina consorte una vez él ascienda al trono.
Pareciera que la petición de la reina no fue una sorpresa del todo, según el reconocido comentarista real Rob Jobson.
“Lo que la reina dijo es lo que ella quiere, es un tipo de bendición, que la gente simplemente debe aceptarlo ahora”, sostiene Jobson.
Según 'The Telegraph', un diario monarquista, esta es la primera vez que la reina hace una solicitud al público tan personal.
Ya en el 2018, había revelado otro de sus deseos para el futuro. Durante la cumbre de los lideres del Commonwealth pidió que su hijo Carlos se mantenga como su sucesor como jefe de esta comunidad, que reúne países desde Inglaterra hasta el Caribe.
La petición de la reina sobre Camilla es, sin duda, muy personal y también la muestra del inicio de una transformación de una institución muy rígida que ha ido adaptándose con los años.
Es también reflejo del cambio de la sociedad. En el pasado era imposible que una divorciada pudiera entrar a la familia real y menos casarse por segunda vez con el heredero al trono.
Pero pareciera también una reivindicación a nivel personal con Camilla. En el pasado, miembros de la propia familia real evitaron que Carlos se casara con ella porque, para ese entonces, Camilla no cumplía con los estándares que se esperaban para una reina.
Es claro que tradiciones milenarias no cambian de un día para otro, pero uno de los legados de Isabel II y de su fallecido esposo, el duque de Edimburgo, ha sido empezar a modernizar la monarquía británica.
Jobson explica que la aceptación de Camilla dentro de los “royals” y en el público también refleja su trabajo, abanderando, entre otros, las luchas de las mujeres, por ejemplo, contra la violencia doméstica y de género.
La última reina consorte fue Elizabeth, la madre de la actual reina Isabel, que recibió este título cuando su esposo, el rey Jorge VI, el padre de Isabel II, ascendió al trono.
En 1952, con la muerte del rey Jorge y el ascenso de Isabel II, se le conocía como la reina madre.
Una popularidad que ha ido mejorando
Camilla Rosemary Shand nació en Londres en 1947. En 1973 se casó con Tom Parker Bowles con quien tuvo dos hijos.
Desde muy joven ha sido muy cercana a la monarquía, y especialmente durante el matrimonio de Carlos con Diana de Gales fue un secreto a gritos que ella era su verdadero amor.
Desde ese entonces ha sido una de las “royals” más impopulares entre el público, pero con el paso de los años, y la costumbre de verla más frecuentemente como la Duquesa de Cornwall, la imagen de Camilla dentro y fuera de la familia real ha ido mejorando.
La paulatina aceptación de Camilla también dentro del público se explica por su trabajo, la mayoría de veces silencioso y por su personalidad, alejada de la frialdad de la monarquía.
Jobson asegura que, desde su boda civil con Carlos, Camilla iba a recibir el título de reina consorte. Ese anuncio se iba a hacer en el 50 aniversario de la coronación de Carlos como príncipe de Gales, título que tiene desde 1964, pero se aplazó.
“Palacio jugando juegos en términos de popularidad sabiendo que había una distancia muy pequeña entre la muerte de Diana y el matrimonio de Carlos y Camila, su popularidad estaba en una posición diferente”, afirma.
Recuerda que “estamos ahora, 17 años después del matrimonio, en un lugar diferente”.
Y es que el también experto monarquista William Hanson asegura que el rol de la futura reina consorte ha crecido rápidamente dentro de la familia real.
Por su parte, otro comentarista real dijo que Camila es entre todos los miembros de la familia real, la “más amable, sencilla y dueña de un sentido de humor muy fino”.
Sin embargo, la creciente popularidad de Camilla aún lucha contra la sombra de la devoción que sigue generando la princesa Diana.
De hecho, Camilla decidió no utilizar el título de princesa de Gales, que le correspondería, justamente por respeto a la memoria de Diana. El título real con el que se le conoce es de Duquesa de Cornwall.
Carlos y su camino al futuro
En el año en que la reina Isabel II celebra sus 96 años de vida y su presencia es cada vez en menos frecuente en eventos públicos por su estado de salud, es inevitable pensar en el futuro de la monarquía.
Según expertos, el príncipe Carlos quiere una familia real más pequeña, es decir que quienes tengan funciones reales y títulos reales sean cada vez menos personas.
Entre otras, por las críticas de los gastos excesivos para el erario que genera la monarquía.
En el futuro cercano, los rostros de la monarquía serían quienes estén muy arriba en la línea de sucesión a la corona.
El experto Rob Jobson explica que, en el caso de Camilla, su título de reina consorte, no llega con poder de jefe de Estado.
Ella solo será la esposa del nuevo rey y seguramente seguirá con sus labores de caridad y de apadrinar causas con las que se siente representada.
Aún quedan muchas preguntas sobre el futuro de la monarquía más famosa del mundo, pero la reina Isabel, muy a su estilo, ha empezado a resolver algunas.