Por eso nos interesa también la periferia de una semana feliz. Lo que mostró cada galería en su espacio durante la semana de los eventos centrales. Nos interesó La galería El Museo. Muestra en su sede a tres artistas: Aurora Lario, Gonzalo Fuenmayor y una minirretrospectiva comercial de Alejandro Obregón.
Fuenmayor, un heredero de la Cueva de Barranquilla, tiene una propuesta prolífica y metódica. Con dibujo en carboncillo maneja el Realismomágico (así ya suena mejor) mientras muestra en sus imágenes a la república bananera de los excesos. La abundancia y la pobreza que, no es difícil vivirla en carne propia, en Cartagena de Indias.
En unas piezas el artista hace homenaje a la pintura mientras reorganiza en sus dibujos un hombre con sombrero del belga René Magritte. Realiza con elocuencia Las interferencias de la historia mientras piensa en los valores sociales y morales del francés Eugene Delacroix o piensa en el mundo de Pop norteamericano Andy Warhol cuando dibuja un banano con la fantasía del consumo cotidiano.
Gonzalo Fuenmayor, Rethorical weapon, Galería el Museo
Aurora Lario es una española que la seducen los milagros y sus exvotos que hacen parte de su relicario donde, como siempre, parte del cuerpo de su escenario. Partes que son reliquias del inconsciente colectivo donde la virtud religiosa hace parte de la dinámica del milagro. La condición humana revindica la salud recibida con una promesa que tiene representación en su forma. La mano, el ojo, la oreja, el seno o la nariz, un pie son parte de este rosario de imágenes realizadas en cerámica, plástico o bronce. Tres posiciones temáticas ante el valor de la vida.
Aurora Lario, Deseo, Galería El Museo
La retrospectiva de Alejandro Obregón, otro español que se radicó en la costa Atlántica. La minirretrospectiva cuenta con los símbolos característicos en los que trascurrió el lenguaje del artista En el recorrido se encuentran los diferentes estadios que realizó mientras pintaba con óleo: desde un paisaje totalmente académico cuando tenía 16 años hasta un cubismo magistral con Surrealismo, como se observa en La mesa del Gólgota de 1952. De ahí en adelante la fuerte personalidad del artista fue dominando la técnica o, al contrario. La pincelada rotunda es inevitable. El horizonte del mar, su condición humana. Copas, frutas, peces, cóndores en medio de vientos huracanados hacen parte de su composición.
Con el tiempo a nuestro favor podemos pensar mejor. No sé cuáles fueron los resultados económicos de la Feria de Arte de Bogotá. Nos gustaría saber resultados. María de la Paz Gaviria debe dar cuenta de sus acciones y sediciones o, ¿acaso existe otra cabeza visible de las otras actividades en la Cámara de Comercio? ¿Sobrevivió la fiesta de los muchos invitados internacionales? ¿Ellos siempre tienen una agenda oculta que beneficia, por arte de magia, a algunas galerías y también a algunos artistas? ¿Hubo efectos sociales cuando la entrada era a $35 000? No. Era solo un paso para que la gente “bien” pueda entender el arte contemporáneo.
Con el tiempo, se puede pensar que ArtBo no mejoró mucho de su feria pasada. No mejoró en la participación internacional de galerías,
Y nos interesa saber el porqué de la lista de los invitados extranjeros y sus convicciones especiales. ¿Cuánto se va en intereses personales y cuanto en transacciones comerciales?
Por ejemplo, los invitados especiales en Colombia tienen dos categorías. No sé las consecuencias, pero me encantaría que explicaran la diferencia entre la tarjeta roja y la negra. Es cierto. No todos caben en la mejor circunstancia. Pero, ¿dónde está la diferencia? Sabemos que los privilegios son efectivos e imprescindibles. Igual, queremos saber sobre su eficiencia.
Barcú con poco apoyo y sin invitados,
mueve mucha gente.
El viernes había más espectadores en Barcú que en ArtBo
Continuamos con el acontecer de los hechos. ArtBo lo exclusivo, distinguido. Barcú lo popular. El viernes pasado pudimos observar sin tener ninguna cifra en mente, que Barcú con poco apoyo y sin invitados, mueve mucha gente. El viernes había más espectadores en Barcú que en ArtBo.
En Barcú, hay un especial entusiasmo en recorrer las condiciones rústicas de la urbe colonial, la gente busca la ruta y existe interés por las nuevas expresiones. Mil Mejores y mil veces peores.
La Galería Cano fue representada con Diana Beltrán; un lujo de muestra. Otras galerías movían con grandes nombres de la plástica colombiana que mejoró la calidad de la feria este año pero, también había obras, creo con falsa reputación. Ha pasado en ArtBo en años anteriores.